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Plantea la suspensión de las ayudas

Bruselas propone endurecer las sanciones a los países que incumplan el Pacto de Estabilidad

La Comisión Europea propondrá mañana endurecer las sanciones contra los países que incumplan reiteradamente el límite de 3% de déficit público que impone el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) con el objetivo de evitar que se repitan en el futuro casos como la crisis de endeudamiento de Grecia o los elevados déficits de España o Portugal. Entre las medidas que sopesa Bruselas se encuentra la suspensión de las ayudas europeas a los infractores.

El Ejecutivo comunitario asume así parte de las exigencias planteadas por la canciller alemana, Angela Merkel, como condición para salvar a Grecia de la quiebra y crear un fondo de rescate dotado con 750.000 millones de euros para frenar el contagio a España y Portugal.

De hecho, Merkel ha logrado imponer sus condiciones al resto de líderes de la eurozona, que en la cumbre celebrada el pasado viernes pidieron "reforzar las normas y procedimientos aplicables a la supervisión de los Estados miembros de la zona del euro, mediante el fortalecimiento del PEC y unas sanciones más eficaces".

No obstante, la Comisión no apoya la propuesta más extrema de la canciller alemana, expulsar de la eurozona a los incumplidores, ya que ello exige modificar el Tratado. El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha dejado claro que el actual Tratado de Lisboa da "margen de maniobra suficiente" para coordinar mejor las políticas económicas de los países del euro.

El comisario de Asuntos Económicos propondrá suspender los fondos de cohesión a un país que esté vulnerando repetidamente las reglas del Pacto de Estabilidad, según anunció el mes pasado. También pedirá un mayor automatismo en la aplicación de sanciones para evitar que dependan de negociaciones políticas.

El PEC ya prevé la aplicación de sanciones para los países que superen el límite de déficit público, pero de momento nunca se han aplicado. El momento en que se estuvo más cerca de imponer multas fue en 2003, pero Alemania y Francia, que eran los países incumplidores, paralizaron el proceso y forzaron una reforma del Pacto para flexibilizarlo.

La Comisión pedirá además que se preste más atención al nivel de deuda de los Estados y que la vigilancia de la UE no se limite únicamente a cuestiones presupuestarias sino que abarque también las diferencias de competitividad entre los países de la eurozona. Para ello, abogará por fijar indicadores en temas como productividad, balanza por cuenta corriente o costes laborales.

Para evitar que se tenga que llegar a la fase de las sanciones, el comisario de Asuntos Económicos quiere también que la UE pueda revisar los presupuestos anuales de los Estados miembros antes de que se aprueben en los Parlamentos nacionales. Esta propuesta ya ha chocado con la negativa de Alemania, que alega que supondría una cesión excesiva de soberanía nacional.

Finalmente, el Ejecutivo comunitario propondrá que se cree en la UE un fondo de rescate permanente para asistir a los países con problemas para refinanciar su deuda. Con este instrumento, la Comisión podría emitir en los mercados con la garantía del presupuesto comunitario y de los Estados miembros para prestar a los Estados miembros en crisis o comprar su deuda. Bruselas ya presentó este plan el pasado domingo, pero fue tumbada por Alemania y Países Bajos, que no querían dar tanto poder al Ejecutivo comunitario.

En su lugar se creó un mecanismo intergubernamental dotado con 440.000 millones de euros para tres años en el que la Comisión sólo tendrá un papel de coordinación. A ello hay que sumar 60.000 millones de euros del presupuesto comunitario y 250.000 del FMI, hasta llegar a los 750.000 millones de euros, pero el fondo no tiene carácter permanente.

Estonia en el euro

La Comisión Europea debe dictaminar mañana si Estonia cumple los criterios de convergencia para adoptar el euro como moneda a partir del 1 de enero de 2011. Las turbulencias que afectan a la eurozona han quitado a los líderes europeos el apetito de nuevas ampliaciones, explicaron fuentes diplomáticas. Sin embargo, el presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, dijo este martes que "las condiciones para entrar en el euro siguen siendo las mismas".

Salvo sorpresas de última hora, se espera que el dictamen de Bruselas sea positivo, ya que Estonia registró el año pasado un déficit público del 1,7% del PIB, mientras que su deuda es tan solo del 7,2% del PIB. De hecho, Estonia es el único país de la UE, junto con Suecia, cuyo déficit no superará ese año el límite del 3% del PIB que marca el PEC.

Pero el comisario de Asuntos Económicos alertó la semana pasada de que la entrada de Estonia en la eurozona "no está hecha". Y requerirá la aprobación de los líderes europeos en la cumbre de junio.

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