El Eurogrupo estudia una intervención con el BCE para frenar la especulación
Berlín exige un endurecimiento de las normas presupuestariasLa zona euro estudiaba al cierre de esta edición un sistema de "intervención multilateral" en el mercado, que se pueda activar en cualquier momento, para frenar los ataques especulativos contra la moneda única o contra la deuda pública. La intervención se realizaría con el BCE.
Por segunda vez en los 11 años de historia de la Unión Monetaria, los líderes de la zona euro celebraron el viernes una cumbre sin presencia del resto de socios de la Unión Europea.
La primera cita fue en París, en 2008, después de que la caída de Lehman Brothers arrastrase a una buena parte del sector bancario europeo, con la honrosa excepción de la banca española. La segunda, en Bruselas, ha tenido lugar también con un cataclismo bursátil como telón de fondo. Pero España ya no ha sido el modelo a seguir, sino otro de los enfermos imaginarios, al menos por ahora, en los que casi todos los líderes estaban pensando. "No sólo Grecia debe consolidar sus cuentas, todos debemos hacer esfuerzos importantes", advirtió a su llegada a la sede del Consejo Europeo la canciller alemana, Angela Merkel, para una cumbre que debía haber arrancado a las siete de la tarde.
La cena de trabajo, sin embargo, se retrasó más de una hora, para dejar espacio a numerosos contactos bilaterales. Se trataba de allanar un acuerdo que calmase a los mercados y evitase el contagio de la crisis griega a la zona euro y, por extensión a EE UU y al resto del planeta. De manera significativa, el presidente estadounidense, Barack Obama, telefoneó a Merkel poco antes de la cumbre para comentar la situación de las finanzas europeas y darle su apoyo para una respuesta contundente hacia los mercados. Quedaba claro que Grecia ya no es sólo un problema europeo.
La envergadura del problema obligó también a los líderes europeos a replantearse toda su estrategia de respuesta al acoso de los mercados que sufren algunos países. "La experiencia griega ha sido demasiado dura", afirmaban fuentes diplomáticas dando por superado el mecanismo de préstamos bilaterales que se ha activado para Atenas.
Para el futuro, los 16 países que comparten la divisa quieren dotarse de un "sistema coordinado de respuesta" mucho más ágil y contundente.
Al cierre de esta edición, el Eurogrupo negociaba la definición de ese sistema, con vocación de ser permanente, para articularlo con el Banco Central Europeo, los 16 bancos centrales de la zona euro e, incluso, el otro gran banco de la UE, como es el de Inglaterra. La intervención de Fráncfort y sus aliados puede traducirse en una inyección masiva de liquidez, como ocurrió en 2008, o a través de la compra directa de deuda pública, aunque el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, se resiste de momento a esta posibilidad. El objetivo, según las fuentes, será "dejar claro que no hay un euro griego, español o alemán, sino una zona euro que se defiende en bloque".
González pide más supervisión
Felipe González tiene previsto entregar el informe sobre el futuro de Europa elaborado por el grupo de reflexión que ha presidido durante el último año y medio. El grupo, del que han formado parte también Vaira Vike-Freiberga, Mario Monti, o Lech Walesa, recomienda intensificar la supervisión sobre los presupuestos nacionales, para aumentar tanto su transparencia como su sostenibilidad. González también sugiere una mayor vigilancia de la deuda pública y de los desequilibrios de la balanza de pagos.Las propuestas coinciden, en gran parte, con las reformas del Pacto de Estabilidad que el viernes ya estudió la cumbre del Eurogrupo, a petición, sobre todo, de la canciller Angela Merkel. Y el próximo miércoles, como ya adelantó CincoDías el 24 de abril, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, propondrá una reforma del Pacto para poder expedientar a los países con deuda más alta y sancionar de manera casi automática a los países reincidente en el incumplimiento de las normas presupuestarias.