El BCE suspende los requisitos de calficación mínimos para la deuda griega
El Banco Central Europeo (BCE) intenta evitar el riesgo de impago de Grecia y de contagio a países como Portugal y España al aceptar como garantía en sus operaciones de refinanciación todos los bonos emitidos o garantizados por el Gobierno griego.
El BCE informó hoy en un comunicado de que "el Consejo de Gobierno ha decidido suspender la aplicación del umbral de la calificación de crédito mínimo en los requisitos necesarios de garantía para las operaciones de crédito del Eurosistema en el caso de los instrumentos de deuda emitidos o garantizados por el Gobierno griego".
El banco europeo ha tomado esta decisión después de que el Gobierno griego aprobara un programa de ajuste financiero y económico que ha sido negociado con la Comisión Europea (CE) en coordinación con el BCE y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El Consejo de Gobierno considera que el programa de ajuste es apropiado.
"La valoración positiva y el fuerte compromiso del Gobierno griego de aplicar completamente el programa son la base, desde el punto de vista de la gestión de riesgo, de la suspensión anunciada", añadió el BCE en el comunicado.
La suspensión será aplicada a todos los instrumentos de deuda existentes y los nuevos emitidos o garantizados por el Gobierno griego.
Al margen de la calificación de la deuda
Los bancos griegos, principales compradores de la deuda pública de Grecia, podrán seguir accediendo a la financiación del BCE aunque las agencias de calificación de riesgo Fitch y Moody's decidan bajar el rating de Grecia. La semana pasada, Standard & Poor's rebajó las calificación de la deuda de Grecia a "bono basura" ("BB+/B" desde 'BBB+/A-2').
La medida adoptada por el BCE también tranquiliza a los bancos europeos, que tienen bonos griegos por valor de 80.000 millones de euros (105.600 millones de dólares), siendo los franceses y alemanes los más expuestos.
El BCE iba a evitar a toda costa el impago de Grecia por las consecuencias que podría tener en el conjunto del sistema financiero europeo, por ello en este sentido no es una sorpresa, según Schubert.
Los países de la zona del euro, el BCE y el FMI acordaran el domingo otorgar Grecia créditos por 110.000 millones de euros para los tres próximos años después de que se comprometiera a aplicar el severo plan de austeridad. El FMI contribuirá con una aportación de 30.000 millones.
Con estas medidas, el Gobierno pretende ahorrar unos 30.000 millones de euros en los dos próximos años, para poder llegar a reducir su déficit público hasta por debajo del 3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2014.