Abertis usa autopistas con ingresos asegurados para atraer a la banca
La operadora de infraestructuras Abertis ha mantenido encuentros con la banca para presentar dos autopistas españolas con ingresos asegurados y, a través de ellas, intentar atraer liquidez. Después de financiar obras de remodelación en esas carreteras por 600 millones, tiene firmados convenios con Fomento y con la Generalitat de Cataluña por los que se asegura el retorno de las inversiones. La compañía se plantea monetizar esos acuerdos a largo plazo utilizándolos para respaldar créditos.
El discurso de Abertis en cuestiones relacionadas con financiación siempre deja abiertas todas las posibles vías. Está activa en el mercado de bonos (emitió deuda por 1.000 millones en septiembre), tiene crédito entre la banca para refinanciar vencimientos de deuda y dispone de participaciones declaradas como financieras en la portuguesa Brisa (14,61%) y en la italiana Atlantia (6,67%). Todo un abanico de posibilidades al que se suma una carta que Salvador Alemany y su equipo empiezan a mostrar en el mercado: activos concesionales en España con cuenta de equilibrio o, lo que es lo mismo, ingresos garantizados por la Administración en caso de problemas con el tráfico previsto.
La compañía participada por La Caixa -a través de Criteria- y ACS está financiando la ampliación de la autopista AP-7 entre La Jonquera (Gerona) y Vilaseca/Salou (Tarragona). Una obra que implicaba la incorporación de nuevos carriles a lo largo de 123 kilómetros. Abertis ha puesto en juego 500 millones de euros que retornarán al final de la vida de la concesión.
Es decir, Administración y empresa confían en que un nuevo carril debe suponer más tráfico e ingresos para la concesionaria, pero de no ser así está fijado un sistema de compensación o cuenta de equilibrio. Ante la caída del 6% en el tráfico a lo largo de 2009, la firma se ha apuntado 58 millones de compensación en virtud de este convenio.
La fórmula, nada habitual en España, es todo un cheque en manos de Abertis. El problema es que el cobro está diferido hasta el vencimiento del periodo de explotación de la AP-7, en agosto de 2021.
Vista la recurrencia de ingresos, Abertis ha llegado a mostrar el acuerdo a entidades financieras con el fin de sondear si es posible levantar crédito con él. Fuentes cercanas a las negociaciones aseguran que la primera en sentarse con la dirección financiera de Abertis, que lidera José Aljaro, fue La Caixa. Los contactos con otras entidades se habrían repetido en los últimos meses.
Del mismo modo se está actuando con la autopista C-32, en la que Abertis va a inyectar 100 millones para conectar Blanes y Lloret y construir un enlace con la autovía A-2. Igual que en la AP-7, al final de la concesión tiene un retorno mínimo garantizado por parte de la Administración concedente, en este caso la Generalitat de Cataluña.
Si en España ha optado por invertir para asegurar nuevos ingresos en los mismos activos, Abertis ha conseguido en Francia la extensión de un año en el plazo de operación de las dos concesiones de la filial Sanef (Sanef y Sapn) a cambio de inversiones en mejoras de las carreteras por 250 millones.
Es una política de optimización de activos que incide en el mantenimiento de las fuentes de ingresos y en la diversificación de las vías de financiación. Como sucede en el caso de las participaciones en Brisa, Atlantia o hipotéticas colocaciones de bonos, se trata de bazas que la empresa valorará en el caso de lanzarse al mercado en busca de nuevos activos concesionales.
Una junta con incógnitas: de ACS a planes en Brasil
Abertis celebra esta mañana una junta de accionistas en Barcelona en la que propondrá un dividendo complementario de 0,30 euros por acción. La cifra, sumada al que se pagó con cargo a 2009, implica mantener el nivel de los 0,60 euros por título del año anterior y destinar 422 de los 551 millones de beneficio al reparto entre accionistas. El pay out de la compañía se coloca, por tanto, en un 76,5%.Al margen de esta sopa de números, la gestora de infraestructuras complementa su política de remuneración con la tradicional ampliación de capital liberada, por la que regala una acción nueva por cada 20 antiguas. El año pasado Abertis dedicó a este capítulo 95,7 millones con cargo a reservas.Otro punto de interés es el de la creación de un nuevo programa de stock options (limitado al 0,28% del capital) a tres años vista dedicado al equipo directivo.Pero al margen del orden del día, se trata de la primera reunión de accionistas presidida por el presidente Alemany -la de 2009 aún estuvo presidida por Isidro Fainé- y sobrevuela la intención de ACS de aligerar su actual posición del 25,8% en el capital si es acompañada en ese movimiento por La Caixa (28,9% de Abertis).Por otro lado, destaca la decisión de la empresa de volver a invertir en crecimiento en cuanto note un repunte de los flujos de caja. En este sentido, Abertis tiene toda la atención centrada en el mercado concesional brasileño y no deja de analizar Estados Unidos, aunque desde la óptica de una entrada más modesta que la que pudo suponer la concesión de la autopista Pennsylvania Turnpike por 12.800 millones de dólares.
Un activo con peso
Autopista AP-7-La autopista AP-7 es un corredor 100% en manos de Abertis paralelo al Mediterráneo. Enlaza La Jonquera, Barcelona, Tarragona, Valencia y Alicante.-Un 17% del Ebitda total de Abertis (fue de 2.435 millones en 2009) depende de la AP-7.-Acesa, concesionaria del tramo en expansión de la autopista, adjudicó obras la semana pasada por 90 millones a Comsa y a la UTE Dragados-Copisa.