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Pequeños gigantes

Bereco se pone las pilas para entrar en el top de las motos

La firma de motor malagueña, que será la primera de España con fábrica en China, cierra un acuerdo con una solar para asaltar EE UU

Ya no hay marcha atrás: la llegada masiva al mercado de los vehículos eléctricos podrá tardar más o menos años, pero será una realidad. El renovado empeño con el que Gobierno, instituciones europeas y Estados Unidos están fomentando el desarrollo de dicha industria aconseja a los más valientes no perder un instante si quieren posicionarse antes de que las grandes del motor desembarquen en el negocio.

En eso es precisamente en lo que anda la empresa malagueña Bereco. Acaban de cerrar un acuerdo con Saclima, un conglomerado dedicado a la energía fotovoltaica, en virtud del cual ésta entra en Bereco aportando un capital social de 600.000 euros. Y pronto se convertirán en la primera empresa española en fabricar motos eléctricas en China. "Tenemos ya un acuerdo cerrado para comprar una fábrica y convertirnos en la primera marca ibérica que fabrique en Asia e importe a España y Europa", asegura Bernardo Bravo, gerente de la compañía.

æpermil;se es un detalle importante para crear marca, ya que muchas factorías chinas, que es donde se concentra buena parte de la producción de motocicletas eléctricas, aplican modificaciones menores en los modelos que producen para vendérselos a diferentes compañías, que a su vez distribuyen el producto bajo su sello. "Nosotros queremos ofrecer un producto propio y claramente diferenciado del resto", apostilla Bravo.

"La gente no tiene ni idea de que está comprando su último coche a gasolina"

Pero los proyectos de crecimiento no acaban ahí. Presentes ya en España, Portugal, Francia, Luxemburgo, República Dominicana y Colombia, la pyme planea ahora extenderse por Latinoamérica y dar el salto a EE UU, donde un intercambio de distribución en exclusiva podría colocar a las Bereco en unos mil puntos de venta de Norteamérica -en España cuentan con 27-.

Con todo, las cifras de la empresa malagueña (que en virtud del acuerdo con Saclima pasará a tener sede en Valencia) son aún modestas. En el ejercicio anterior facturó 750.000 euros, es decir, vendió 200 motocicletas. Pero Bravo se muestra convencido de que este año despegarán: "De momento tenemos ya firmadas 500 ventas, y mucho me extrañaría que no superemos las 1.000 unidades". Con un precio medio de 3.000 euros (aunque su modelo más barato cuesta 1.800), eso supondría alcanzar los tres millones de facturación.

"Las motos eléctricas son un producto real", asevera Bravo. "Tenemos productos tan potentes o mejores que la competencia, así que vamos a tratar de hacernos fuertes en Europa antes de que lleguen las grandes". Se refiere a Honda, Yamaha, Piaggio y Peugeot, líderes del mercado de las dos ruedas. Su ausencia en el mercado eléctrico lo atribuye Bravo a que no les interesa entrar porque perderían el importantísimo negocio de los recambios. "¿O acaso cree que yo tengo mejores ingenieros que ellos?", remata.

En cuanto a la operatividad de las motos, a las Bereco no les afecta el problema más denunciado por el sector: la falta de puntos de recarga. Las baterías de los modelos de la compañía son extraíbles, de manera que se pueden enchufar en casa. Su tiempo de recarga ronda la hora y media. Aunque eso puede mejorarse: "Toshiba ha desarrollado teléfonos móviles que se recargan en un minuto, y también hay prototipos de coche eléctrico que lo pueden hacer en diez. El avance de la tecnología de las baterías es rapidísimo, y cada vez será más barato", afirma Bravo.

Su opinión respecto a la viabilidad de los motores eléctricos es contundente: "La gente no tiene ni idea de que está comprando su último coche de gasolina".

Historial emprendedor

Bereco (acrónimo de Bernardo y ecológico) nació en 2006 de la mano de un grupo de empresarios malagueños, propietarios también de la firma Vehículos con Ingenio, una compañía cuyo objetivo, según lo definen ellos mismos, es "distribuir todo tipo de vehículos que entendamos aporten soluciones prácticas, baratas, ecológicas e ingeniosas en los desplazamientos terrestres, aéreos y marítimos. Desde patines eléctricos hasta la bicicleta-maleta, así como la water ball, un enorme flotador transparente y esférico en el que se mete el usuario de manera que puede correr por el agua como hacen los hámsteres.

Servicio de chóferes de dos ruedas y plegables

Las ideas parecen emanar de forma descontrolada de Bernardo Bravo y sus colegas. La última de ellas, además, tiene la virtud de haberse convertido en otra empresa partiendo de la idea de publicitar uno de sus productos.Uno de los ingenios que distribuye Vehículos con Ingenio, empresa de los propietarios de Bereco, es una moto plegable de 49 centímetros cúbicos y motor, eso sí, de gasolina de dos tiempos. Se trata de la Diblasi R7E, un ciclomotor homologado de fabricación italiana que pesa 29 kilos, se pliega en tres segundos y cabe, según aseguran, en el 97% de los maleteros de los coches del mercado.Esta moto es, en realidad, el fundamento de Rapimoto, una empresa que funciona en Málaga y que pronto lo hará en Valencia. Ofrecen un servicio de chóferes, principalmente nocturno y dirigido a los que han bebido de más y deciden, muy sabiamente, no conducir hasta casa.Con una llamada a Rapimoto, siempre que el cliente se encuentre en el radio de actuación de la empresa, un chófer se desplaza en una de las Diblasi hasta donde esté estacionado el vehículo, pliega la moto, la guarda en el maletero y se lleva al dueño del coche a donde éste le diga. Cada desplazamiento cuesta 18 euros, que si se desea se pueden abonar con tarjetas prepago."Paseamos la moto y encima hacemos dinero. La Diblasi cuesta unos 1.000 euros, mientras que si ofreciésemos el servicio con otro vehículo necesitaríamos un segundo chófer", afirma.

Las cifras

200 motocicletas vendió la compañía en el ejercicio anterior; este año espera pasar de las 1.000.1,5 horas necesitan las baterías para recargarse.27 distribuidores y más de 70 agentes tiene Bereco en España.

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