Un paseo vanguardista por los viñedos de La Rioja
El Hotel Viura y la Bodega Contador, novedosas propuestas artísticas
Es un cruce de caminos y de culturas, y una tierra rica. Con pasado -desde los celtíberos, la civilización cristiana, los visigodos, los romanos o los árabes-, un atractivo presente, como destino gastronómico, vinícola y cultural; y un prometedor futuro, dado que cada vez son más jóvenes los que deciden trabajar la tierra. Porque La Rioja es eso, tierra de viñedos centenarios de recias raíces que conviven con jóvenes vides, que necesitarán de tiempo y reposo hasta alcanzar la plenitud que el vino de la zona requiere. La región está viva, con colorido que va cambiando con las estaciones y las tonalidades que cubren las cepas y las uvas a lo largo del año.
De un tiempo a esta parte florecen atractivas propuestas que hacen que cualquier época del año sea interesante para una escapada. Tradición y vanguardia conviven en perfecta armonía. Las opciones son variadas: desde rutas históricas y culturales hasta enológicas, gastronómicas, o simplemente jornadas de relax y de simple contemplación del paisaje. La primera parada del viaje, el Museo de la Cultura del Vino Dinastía Vivanco, perteneciente a la familia Vivanco, que contagiará al visitante su pasión por los caldos y por todos sus procesos de elaboración. El museo se encuentra en el corazón de los viñedos y de la bodega perteneciente a los Vivanco, ubicada en Briones, uno los 184 municipios que componen esta comunidad. Dice Govantes en su Diccionario Geográfico Histórico de España, de 1846, que "la villa, sobre la colina, domina mucha parte del país", y el viajero descubre desde lejos su elegante perfil, del que destaca la espigada torre de su iglesia, las ruinas de un castillo árabe y sus casonas. Durante la primera quincena de junio, los brioneros celebran, vestidos a la antigua usanza y con las calles engalanadas para la ocasión, un fin de semana medieval, con el fin de que permanezcan vivas las tradiciones de la época.
Si uno se asoma al balcón posterior de Briones puede alcanzar con la vista unos singulares viñedos, denominados La Viña de Andrés, pertenecientes al patrimonio de la Bodega Contador, una parcela de 2,5 hectáreas con 7.500 cepas plantadas por Andrés Romeo. Es el padre del reconocido viticultor y enólogo Benjamín Romeo, que pertenece al exclusivo grupo de españoles que ha recibido del crítico de vinos estadounidense, el temido Robert Parker, la calificación de 100 puntos. La visita a la Bodega Contador, ubicada en San Vicente de la Sonsierra, debe ser obligatoria en este paseo. Durante el recorrido se pueden contemplar obras de arte, escuchar música (le pone ritmo al vino mientras descansa en barrica) y oler las más de 20.000 matas de tomillo que ha plantado en varias terrazas de hormigón para conseguir una mayor integración con el paisaje.
El Museo Vivanco, en Briones, enseña los secretos de elaboración del vino
El siguiente destino es Villabuena de Álava, con vistas a la sierra de Cantabria, a sólo 20 minutos de Logroño y Haro y 10 de bodegas como Ysios, Marqués de Riscal o Telmo Rodríguez, donde acaba de abrir sus puertas el Hotel Viura, que recibe el nombre de la uva con la que se elaboran los blancos riojanos, considerado como obra de arte y diseñado por sus dueños, Designhouses. La estructura está formada por cubos caprichosamente superpuestos, que parecen brotar del centro de la tierra. En el interior, el lujo es austero y elegante.
Guía para el viajero
Cómo ir. El aeropuerto está a 14 kilómetros de Logroño. Cuenta con una red ferroviaria que sigue el curso del río Ebro. La autopista A-68 comunica con otras regiones. Desde Madrid hay una distancia de 328 kilómetros.Dónde dormir. El Hotel Viura, en Villabuena de Álava, cuenta con cuatro estrellas, 33 habitaciones con todo tipo de prestaciones tecnológicas, una línea de aseo elaborada con aloe vera e higos. Tiene una cuidada bodega y cocina, asesorada por Pedro Olmedo. El precio de la habitación es de 125 euros con desayuno incluido. Tel. 945 60 90 00.Dónde comer. La ocasión merece visitar la hermosa Ezcaray, un destino obligado para el turismo de montaña. Allí se encuentra el restaurante Echaurren, donde se mezcla la cocina tradicional con la de autor. Las croquetas son exquisitas. Teléfono: 941 354 047. Además de vinos y verduras, no hay que irse de esta villa sin comprar las mantas en Cecilio Valgañón.