Islandia, más que cenizas volcánicas y crisis bancarias
Con sólo 300.000 habitantes, la isla atlántica tiene una presencia destacada en la cultura actual
El volcán Eyjafjalla ha paralizado el espacio aéreo europeo, y poco más de un año atrás las entidades islandesas estuvieron a punto de colapsar el sistema bancario del continente. No está mal para un país con 300.000 habitantes, menos que 40 de las 50 provincias españolas. Aunque lo cierto es que ese protagonismo también es a veces positivo, ya que Islandia tiene una presencia en la cultura internacional también desproporcionada.
La hispano-islandesa Alda âlafsson, periodista de El País digital y que mantiene el blog sobre la isla Cala de los Humos, señala al respecto que "históricamente, los islandeses han protegido y cultivado con gran entusiasmo su cultura. Seguro que el carácter islandés ha influido en ello: son muy trabajadores e innovadores, y hasta en momentos de profunda crisis, como el actual, no dejan de lanzarse proyectos".
El campo en el que los islandeses son sin duda potencia internacional es el de la música pop. Poco podría esperar el guardameta de balonmano Lorenzo Rico, que trajo a España las primeras grabaciones del grupo Sugarcubes, que su solista se convertiría en líder de tendencias 20 años después. Pero Björk Gudmundsdóttir ha vendido desde entonces 50 millones de discos en todo el mundo, además de ganar el premio a la mejor actriz del Festival de Cannes -por Bailar en la oscuridad- o crear polémicas en medio mundo con sus excentricidades.
Son subcampeones olímpicos de balonmano
La cantante lleva sin publicar tres años -desde su disco Volta- y su trono puede verse inquietado por Emiliana Torrini, de padre italiano y madre islandesa pero nacida en la isla. Su extraordinaria voz fue empleada por Peter Jackson en la banda sonora de El señor de los anillos -en sustitución de Björk, por entonces embarazada- y su último disco, Me and Armini, incluyó un tema que fue número uno en Alemania y luego popularizado por un anuncio de Fiat, Jungle Drum.
La fama de Sigur Rós -rosa de victoria- está más circunscrita al ámbito de la música independiente, aunque esté considerado como uno de los grupos de la última década. Su marca de fábrica es el uso, en buena parte de sus canciones, de un idioma inventado, conocido como vonlenska, compuesto por sílabas sin significado alguno que armonizan con la música. En cualquier caso, para el oído poco entrenado suena muy similar al islandés de sus restantes temas. El grupo lleva un par de años de inactividad y se considera a las puertas de la disolución.
También en deporte Islandia ha ocupado un puesto impropio, en particular en el que está considerado como deporte nacional, el balonmano. Su selección es la actual subcampeona olímpica y reciente medalla de bronce europea.
'Lazy Town', éxito y víctima
El próximo mayo recorrerá varias ciudades de España un espectáculo basado en Lazy Town, la serie de televisión infantil islandesa que ha sido emitida en un centenar de países. Franquiciar a sus personajes y permitir que sean representados en funciones en el idioma original es una de las decisiones adoptadas por Magnus Scheving, el doble campeón europeo de aeróbic que se convirtió en productor, director y protagonista de esta iniciativa.Sin embargo, ahora, atrapado por la crisis bancaria de su país, Scheving busca financiación exterior para proseguir con sus proyectos: crear un largometraje y crear una cadena de restaurantes infantiles saludables. Esto último cuadra totalmente con el propio proyecto de Lazy Town, una serie dirigida a incentivar las prácticas deportivas y el consumo de alimentos naturales entre los chicos.Los problemas de Lazy Town son un ejemplo del desánimo que cunde, como recuerda Alda âlafsson: "Los ánimos llevan meses por los suelos. El paro era casi inexistente y ahora muchos han perdido su empleo, su casa, y se han endeudado hasta las cejas. En una nación tan pequeña, todos están rodeados de vecinos o familiares que están sufriendo las consecuencias. Islandia tardará años en recuperarse del mazazo financiero".
Los padres de la novela
LAS SAGAS Jorge Luis Borges escribió que los islandeses descubrieron en el siglo XII la novela, el arte de Cervantes y de Flaubert, y ese descubrimiento es tan secreto y tan estéril, para el resto del mundo, como su descubrimiento de América. De hecho, una de las sagas islandesas, turbulentas historias familiares y retratos de la colonización, cuenta la llegada de los vikingos de Erik el Rojo primero hasta las costas de Groenlandia, luego las de Terranova. Las 40 sagas forman un tesoro de la literatura universal compuesto por miles de páginas, que no dispone de traducciones completas al castellano. El idioma en el que están escritas es prácticamente idéntico al islandés actual, que según Alda âlafsson es algo así como el latín del norte, que ha permanecido inalterado desde la época de los vikingos. La mayor parte son de autoría anónima, aunque bastantes de ellas se atribuyen a Snorri Sturluson.PREMIO NOBEL El único premio Nobel de la literatura islandesa fue Halldór Laxness (galardonado en 1955), retratista de la realidad de su pueblo, de la vida rural, de su historia o de sus inquietudes por la situación a la que conducía el país el contar con una base militar estadounidense. Falleció en 1998 con 95 años, tras una vida cuyo episodio más curioso fueron los varios años que pasó en Hollywood, tras la guerra mundial, intentando sin éxito abrirse paso como guionista.NOVELA NEGRA La moda de la novela negra nórdica también ha traído un autor islandés de éxito. De hecho, para los expertos en el género, las obras de Arnaldur Indridason (1961) se cuentan entre las mejores aparecidas en esta ola de crímenes en la nieve. Por el momento se han traducido al castellano tres de las diez novelas que ha protagonizado su detective, Erlendur (en islandés, extranjero), todas ellas en la colección especializada de RBA. La más conocida, La mujer de verde, lleva seis ediciones en castellano.