La Bolsa de Islandia ignora al volcán y a Goldman
La economía islandesa quedó fuera de juego en el mes de octubre de 2008, cuando quebró su sistema financiero. La Bolsa de Reikiavik se hundió el 90% aquel año, ahondó las pérdidas otro 14,6% durante 2009 y este año recupera el 18%. La erupción de uno de los volcanes de la isla ha llevado el caos al espacio aéreo europeo y las pérdidas a las aerolíneas y a los parqués bursátiles del continente. Sin embargo, la Bolsa islandesa no se inmuta y se ha anotado tímidos avances justo en las jornadas en que el cierre del espacio aéreo, la crisis de la economía griega y, por encima de todo, las acusaciones de fraude a Goldman Sachs imponían los números rojos en los parqués internacionales. En las jornadas del viernes y lunes, la Bolsa de Islandia sumó un alza del 0,80%.
La falta de pulso de los ETF
El desarrollo en España de los fondos cotizados (Exchange Traded Fund) se vio truncado por el estallido de la crisis cuando los primeros ETF que replicaban al Ibex 35 apenas tenían un año de vida. Ahora que las finanzas empiezan a sacar la cabeza, el producto no logra levantar pasiones. Dos fondos cotizados que repliquen con éxito al mismo índice sólo pueden diferenciarse entre sí en función de las comisiones que cobren; eso hace que el grado de fidelidad de los clientes sea potencialmente menor que en fondos normales. ¿Qué razones hay para mantenerse en un fondo que cobra más comisiones que otro y aporta exactamente el mismo rendimiento? Además, los ETF se pueden comprar y vender como si fueran acciones, lo que hace más fácil saltar de un fondo a otro. Lyxor, Santander y BBVA acogieron en 2006 los primeros ETF listados en España con la ambición de que figuraran entre los activos más líquidos. Hoy, Lyxor y BBVA mantienen una treintena de fondos, pero al producto aún le falta profundidad: los 31 ETF listados en la Bolsa movieron ayer 6,95 millones de euros, según Infobolsa; el Ibex 35, más de 2.200 millones.