Los problemas financieros de la Metro dejan en paro al agente 007
Los problemas financieros de la Metro Goldwyn Mayer (MGM) han llevado a suspender indefinidamente el filme número 23 de las aventuras del agente 007, James Bond, según un comunicado hecho público hoy por la productora Eon Productions.
El más famoso de los espías británicos apareció por última vez en la gran pantalla en 2008, interpretado por Daniel Craig en la película Quantum of Solace, y se estimaba que un nuevo capítulo de la serie insignia de MGM visitase los cines a finales de 2011 o principios de 2012 para conmemorar los 50 años de esta franquicia.
"Debido a la continua incertidumbre que rodea el futuro de MGM y al fracaso en cerrar la venta del estudio, hemos suspendido el desarrollo de 'Bond 23' de forma indefinida", afirmaron los productores Barbara Broccoli y Michael G. Wilson de Eon Productions.
Broccoli y Wilson añadieron que no saben cuándo el proyecto "se reanudará" y que no tienen "una fecha para el estreno" de la siguiente entrega de 007, "que es una secuela de Quantum of Solace".
Hasta ahora, la próxima producción de Bond estaba siendo supervisada por Sam Mendes, que había participado en la redacción del guión con la intención de llegar a dirigir la cinta.
Desde 1995 Eon tiene los derechos para la realización de las películas de James Bond que se producen bajo el emblema de MGM, compañía que arrastra una deuda de 3.700 millones de dólares.
Los acreedores del estudio han estado presionando para forzar la venta o su reestructuración con un nuevo flujo de capital que permita a MGM ser totalmente independiente.
Warner Brothers ha ofrecido 1.500 millones de dólares para asumir el control de la compañía, aunque el resultado de esa oferta aún podría tardar varias semanas.
Las dos últimas películas de James Bond, Casino Royale y Quantum of Solace, fueron coproducciones de Sony y MGM y recaudaron casi 1.120 millones de dólares en taquilla en todo el mundo, si bien posteriormente MGM recuperó el control único sobre la franquicia.