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En los próximos años

Bruselas: la UE necesitará 800.000 millones de euros para consolidar sus cuentas públicas

La Comisión Europea aseguró este martes que la crisis económica y financiera internacional ha generado una especial "necesidad" de consolidación de las cuentas públicas en la mayoría de los países y que en el conjunto de la Unión Europea la consolidación fiscal para restablecer la sostenibilidad podría exceder los 800.000 millones en los próximos años.

En un informe presentado este martes y que analizarán a mediados de abril en Madrid los ministros de Economía y Finanzas de la UE, Bruselas plantea por tanto analizar fuentes de financiación innovadoras, para paliar el impacto presupuestario de los retos mundiales vinculados al sector financiero, el cambio climático y el desarrollo. Entre las propuestas, figura aplicar un impuesto a las prácticas de riesgo de los bancos y gravar las emisiones de carbono.

Entre otras cosas, el documento recuerda que los planes de rescate del sector público para acudir en ayuda de los bancos fueron del orden de más de 1,5 trillones de euros y que eso "no se puede repetir".

También subraya que el acuerdo de la cumbre de Copenhague para que los países desarrollados ayuden a los menos desarrollados a luchar contra el cambio climático fue de 30.000 millones de dólares de aquí a 2012, cantidad a la que la UE aportará 7.200 millones.

Además, se quieren movilizar para 2020 fondos públicos y privados por un montante aproximado de 100.000 millones de dólares para que los países pobres cumplan sus objetivos.

A ello hay que añadir, prosigue el informe de la CE, los compromisos adquiridos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio mediante el aumento de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) al 0,7% del PIB en 2015, lo que supondrá unos 100.000 millones de euros.

En principio, todas estas pruebas a las que se verán sometidas las arcas públicas pueden superarse reduciendo otros gastos o incrementando los ingresos de los impuestos tradicionales.

No obstante, la CE considera que, mientras que este tipo de esfuerzos siguen siendo necesarios y deben ser prioritarios en la agenda política, tienen que explorarse "nuevas vías" a la luz de que las necesidades financieras serán altas y las fuentes innovadoras de financiación pueden tener un papel nada desdeñable tanto en la consolidación fiscal como en el crecimiento sostenible que, por lo demás, figura en la estrategia económica de la UE para 2020.

El análisis de la Comisión indica que algunos de los instrumentos barajados podrían generar un "doble dividendo" al incrementar los ingresos y mejorar la eficacia y estabilidad de los mercados simultáneamente. Bruselas juzga esencial la coordinación internacional en este terreno y espera que los ministros de finanzas logren en Madrid una voz única y lleven este asunto a la próxima reunión del G-20. En todo caso, la CE no descarta actuaciones a nivel europeo si no se logra un acuerdo internacional.

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