El comercio remonta sobre bases endebles
Después de sufrir el año pasado la mayor contracción desde la Segunda Guerra Mundial (13%), los intercambios comerciales globales empiezan a remontar el vuelo, aunque de forma modesta y sobre bases poco sólidas. El último informe del Banco de España contiene un artículo en el que se analizan las causas de que la debacle comercial haya superado con creces el deterioro del PIB mundial causado por la crisis financiera. Los analistas del organismo regulador incluyen entre ellos factores asociados a la demanda, como la mayor caída de la producción de bienes duraderos y de inversión (más asociados al comercio internacional), y la integración de cadenas productivas en distintos países.
Pero el aspecto que destaca por encima de todos tiene que ver con la oferta: además de su impacto indirecto (vía caída de la demanda global), la crisis financiera afectó directamente a los intercambios comerciales al dificultar los instrumentos de garantía o financiación que le son anejos. Un ejemplo es el de los préstamos sindicados, que se multiplicaron por seis entre 2003 y 2008 para caer drásticamente en 2009.
Mayores costes
Además de la menor disponibilidad, la crisis conllevó un fuerte incremento de los costes financieros asociados al comercio: los diferenciales frente al líbor (tipo interbancario londinense) pasaron de un entorno de los 15 puntos básicos a una amplia horquilla entre 25 y 300 en los momentos más álgidos de la crisis, después de la caída de Lehman Brothers.
El informe del Banco de España constata que el desplome comercial tocó fondo en la primera mitad del año pasado, iniciando desde entonces una suave recuperación que ha devuelto los intercambios globales a niveles de 2007. Eso sí: los máximos de 2008 todavía quedan lejos, excepción hecha de los países emergentes de Asia (fundamentalmente, China), que ya han recuperado ese nivel.
Con todo, el Banco de España señala que esa reciente mejoría tiene bases endebles, tanto en su vertiente financiera como en la real. Respecto a esta última, advierte que la recuperación económica se basa todavía en factores coyunturales, como los estímulos fiscales o el ciclo de existencias. En cuanto a las financieras, destaca que, aunque los flujos de crédito al comercio se han recuperado parcialmente, sus costes siguen siendo elevados y el acceso a la financiación "se encuentra más restringido que antes de la crisis".
"Elevada incertidumbre"
Así las cosas, el Banco de España llama a tomar "con cautela" las expectativas del Fondo Monetario Internacional sobre el comercio: crecimiento medio del 6,4% entre 2011 y 2014, cercano al de los últimos 15 años, pero todavía lejos del 8% de promedio del periodo 2003-2007. Según el organismo regulador, ese pronóstico está sujeto "a una elevada incertidumbre", y seguirá dependiendo fuertemente del dinamismo de la demanda de las economías desarrolladas. Un aviso para países como España, que basan sus esperanzas de recuperación económica en la incipiente recuperación de las exportaciones.
El déficit corriente español crece un 6%
Los últimos datos de la balanza de pagos, publicados ayer por el Banco de España, denotan la citada la recuperación de los intercambios comerciales. Así, las exportaciones españolas crecieron en enero un 8,8% en términos interanuales, hasta totalizar 12.248 millones de euros, en tanto que las compras al exterior se elevaron en un 6,8% respecto al ejercicio anterior (hasta 16.380 millones). Como resultado, el déficit comercial alcanzó los 4.132 millones de euros, apenas un 1,2% por encima del de enero de 2009. Con todo, el último dato contrasta con los registrados el año pasado, que se cerró con una reducción del déficit comercial cercana al 50%.Los grandes cambios que recoge la balanza por cuenta corriente de enero se centran en las rentas y en las transferencias corrientes: el déficit de las primeras disminuyó un 30%, hasta 3.149 millones, en tanto que el de las segundas se triplicó de largo, para situarse en 1.701 millones de euros. Esas cifras, junto a la estabilización del superávit turístico, llevan a un aumento del déficit corriente del 6%, hasta los 6.526 millones.Por lo que respecta a la cuenta de capital, que recoge, entre otros conceptos, las transferencias procedentes de la Unión Europea, registró en enero un superávit de 1.295 millones de euros, casi cuatro veces mayor que el de un año atrás.El saldo conjunto de las operaciones corrientes y de capital lleva a una necesidad de financiación exterior de la economía española de 5.231 millones de euros, 582 menos que en enero de 2009. En este caso sí continúa la senda descendente iniciada el año pasado.