British Airways y el sindicato Unite llaman a negociar para evitar más paros
Los altos directivos de la aerolínea British Airways (BA) y los representantes del sindicato Unite, convocante de los paros de los tripulantes de cabina (TCP) de las últimas semanas, han llamado a la calma y las negociaciones.
El consejero delegado del grupo, Willie Walsh ha calificado de "fracaso" la última huelga de los TCP, cuya cuarta jornada finalizó ayer y pidió al sindicato dar "una oportunidad a la paz". Walsh señaló en una carta dirigida al secretario general de Unite, Tony Woodley, que los planes de contingencia de BA posibilitaron que pudieran volar más del 80% de los pasajeros y cerca del 60% de los TCP trabajaron durante los paros, por lo que la huelga debería finalizar.
Woodley, por su parte, señaló en declaraciones a la BBC que aún no se ha tomado una decisión sobre futuros nuevos paros y que ni se habían realizado negociaciones en el sindicato sobre el momento de convocar una tercera ronda de huelga.
"Quiero pensar que podemos conseguir un acuerdo que implique que no habrá más disputas", destacó Woodley. Unite ha asegurado que no convocará paros durante las próximas dos semanas para darle este tiempo a las negociaciones para alcanzar un acuerdo, aunque no obstante, aún no se prevén reuniones.
Tanto Walsh como Woodley han publicado en los principales diarios sendas cartas abiertas en las que dan cuenta de las posiciones del sindicato y de la aerolínea. Mientras Walsh pide a Unite que firme la última propuesta de la aerolínea, Woodley se niega alegando que es aún peor que la primera que se realizó antes de comenzar los paros.
"Tengo un gran respecto por usted, se que no quiere más huelgas, se que desea un acuerdo", señala Walsh dirigiéndose al sindicalista que le contesta que tanto la imagen de BA como su balance han sufrido daños "porque la compañía no ha escuchando lo que sus propios empleados le están diciendo", destacó.
Mientras tanto, BA asegura que sus previsiones de ingresos para su ejercicio fiscal, que finaliza hoy, siguen intactas y cifró el coste de la última tanda de paros, que finalizó ayer, en 5,5 millones de libras diarios, lo que eleva el monto total a 22 millones de libras (31,4 millones de euros).
La aerolínea británica concreta que en los primeros dos días de la huelga, el sábado 27 y el domingo 28 de marzo, se pudieron operar 308 vuelos de larga distancia, o el 83% de la programación frente a los 273 (78%) del anterior fin de semana, también afectado por los paros.
También se operaron 623 vuelos o el 67% del programa de corto radio (442 vuelos o el 50% en el pasado fin de semana). El número de vuelos de pasajeros se incrementó un 30% desde los 715 del anterior fin de semana a 931 en los dos últimos días.
Los factores de ocupación siguieron sólidos con un 75% en larga distancia y del 64% en corto radio. Además, BA operó un total de 61 vuelos de posicionamiento transportando carga y volviendo con pasajeros de regreso a su casa "con mínimas complicaciones", nueve vuelos menos que durante el fin de semana pasado.
Durante este fin de semana, mucho más activo por las vacaciones de Semana Santa, BA transportó a 118.575 pasajeros, lo que supone un incremento del 37% con respecto a los viajeros del fin de semana pasado.