Rioja Alta se diversifica y entra en el negocio de las energías renovables
Del vino a las energías renovables. La Rioja Alta, una de las bodegas de referencia con denominación origen Rioja y con una historia centenaria, ha iniciado su política de diversificación con la compra de un 10% del capital de Firsa, una sociedad titular junto con Iberdrola renovables de varios parques eólicos en La Rioja.
Reinvertir los excedentes para dar mayor músculo a la compañía ha sido una constante en La Rioja Alta. Hasta ahora, esta sociedad vitivinícola ha destinado gran parte de sus beneficios a ampliar la actividad en su negocio tradicional con la puesta en marcha de nuevas bodegas en otras denominaciones de origen. Las energía renovables, sin abandonar su negocio tradicional, son nueva apuesta.
La inversión que ha realizado la firma con sede en Haro (La Rioja) le da la propiedad, indirectamente, de algo más de ocho megavatios repartidos en varios parques riojanos. Su presidente, Guillermo Aranzabal, asegura que esta operación es la mayor inversión que ha realizado la compañía "y la más importante" fuera del sector vitivinícola. Aranzabal añade que esta estrategia de diversificación y su entrada en el negocio eólico obedece a la "sensibilización con el medio ambiente que, desde hace muchos años, ha guiado el desarrollo de nuestra actividad".
La política de sostenibilidad no es nueva en La Rioja Alta. El grupo tiene en su planta de Haro un sistema de reciclaje y depuración integral de las aguas utilizadas en la bodega y, también, de las pluviales que les ha permitido suprimir casi al 100% los vertidos, incluso limpios, a lo cauces de los ríos o al alcantarillado. Guillermo Aranzabal asegura que " las aguas, una vez depuradas, se emplean para regar nuestros jardines".
Diez veces el consumo de sus bodegas
Los poco más de ocho MW que le corresponden por su inversión en el negocio eólico suponen diez veces el consumo energético anual realizado por las bodegas que componen el grupo La Rioja Alta, además de evitar la generación de 15.000 toneladas de CO2. La firma riojana, fundada en 1890 y con unas ventas de unos 30 millones de euros, cuenta con viñedos y bodegas propias en las denominaciones de origen Ribera del Duero, Albariño, además de Rioja. Sus marcas de referencia, entre otras, son Viña Ardanza, Torre de Oña, Aster y Lagar de Cervera.