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Extremadura

Una región con potencial para ser la China española

La crisis ha golpeado fuerte pero la recesión ha sido menor que en el resto del país, lo que ha permitido mayor convergencia con España

Una región con potencial para ser la China española
Una región con potencial para ser la China españolaCINCO DÍAS

Como no podía ser de otro modo en una economía globalizada, Extremadura ha sufrido con intensidad los efectos de la crisis. Esto se ha traducido en un incremento del desempleo, una caída del PIB y un frenazo en las exportaciones. Pero los indicadores apuntan a que el impacto de la recesión ha sido menor en la región que en el resto, lo que le ha permitido seguir convergiendo con España y con la UE. Además, las previsiones coinciden en que comenzará a recuperarse antes que la mayoría de autonomías, y podría entrar en la senda del crecimiento este mismo año.

Factores como una menor dependencia de la construcción, menor peso de la industria, mayor impacto del sector público y diversificación de la economía juegan a favor de Extremadura. Persisten amenazas como la escasa orientación hacia el exterior de las producciones, que marca una excesiva dependencia del consumo interno, baja productividad y poca cualificación de los trabajadores, que trata de afrontarse mediante un pacto que reoriente el modelo productivo.

Pese a estos condicionantes, Extremadura podría empezar a generar empleo neto, verdadero indicador de que la crisis se remonta, a mediados de 2011, mientras que la economía española no lo hará, según las previsiones, hasta el año 2013.

La economía extremeña está "menos viciada", lo que la ha hecho menos sensible al estallido de la burbuja

Cuando aún no habían comenzado a notarse los efectos de la crisis, la tasa de paro en Extremadura era del 14,76%, la más alta de España y a más de seis puntos de la media nacional. A finales de 2009, el paro extremeño rondaba el 20,5% y la diferencia con la media española se había recortado a dos puntos y medio. Además, por primera vez Extremadura había abandonado el furgón de cola en este indicador, y cuatro regiones (Andalucía, Canarias, Murcia y Comunidad Valenciana) presentaban peores tasas.

En cuanto a la renta por habitante en poder de compra, al arrancar el siglo Extremadura estaba en el 65,8% de la media de la UE-15, y al finalizar 2009 ya se había colocado en el 84,9%, un avance de 19 puntos, más del doble que la media española. Esta convergencia viene justificada no sólo por mejores cifras en el periodo de bonanza, sino porque durante la recesión la economía extremeña ha aguantado mejor. Prueba de ello es que durante el pasado año, el PIB real extremeño cayó un 2,09%, el menor descenso de España, frente a una bajada media a nivel nacional del 3,83%.

Cara y cruz

¿Qué ha sucedido para que una economía a la que se tiene por débil soporte mejor las turbulencias? Los análisis de Funcas, BBVA, Hispalink, economistas extremeños y el Gobierno regional apuntan algunas claves. Una de ellas sería la mayor diversificación -la economía extremeña está "menos viciada", en palabras del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara-, que la hizo menos sensible al estallido de la burbuja inmobiliaria, ya que el sector de la construcción está orientado más a las primeras residencias y la obra pública. Otra sería el menor peso del sector industrial, muy castigado en 2009, y el hecho de que en Extremadura este sector esté muy vinculado a la agricultura, que se ha resentido menos.

El tercer factor sería que el sector público tiene mayor presencia en la comunidad extremeña y habría sostenido en cierta medida la caída. Sin embargo, este factor tiene su cara y su cruz. La cara, atenuar el golpe; la cruz, en opinión del economista Víctor Píriz, profesor de la Universidad de Extremadura y asesor en varias importantes empresas, es que impide a la comunidad crecer más en épocas de bonanza y convertirse en la China de España, para lo que tiene potencial, y además hace que pueda sufrir más ante las políticas de restricción del gasto.

Otro elemento que tiene su cara y su cruz es el de las ventas al exterior. La cara es que en Extremadura, en 2008, las exportaciones crecieron un 14%, mientras se estancaron a nivel nacional, y en 2009 la exportación cayó un 5,9%, frente al 15,9% en toda España. La cruz es que el valor total de las ventas regionales al extranjero no llega a los 1.200 millones de euros, lo que hace a su economía muy dependiente del consumo interno y provoca un elevado déficit en su balanza comercial, el más alto de España en términos relativos.

Analizado el comportamiento de la economía extremeña durante la crisis en el denominado Informe Guadiana, Píriz concluye que, pese a tener los indicadores "menos malos" de España, Extremadura no debe instalarse en la autocomplacencia, ya que persisten riesgos muy notables. Según apunta, la comunidad no aprovechó la época de bonanza para reducir su deuda, ni para formar su capital humano o reformar su modelo hacia sectores de futuro, ni mejoró la productividad. Por ello, advierte que la economía debe reorientarse hacia empresas más competitivas, "ubicadas en sectores emergentes y con gran productividad". De lo contrario, se volvería a la dinámica de crecimientos ligeramente mayores que la media (entre cuatro y seis décimas por año) que harían de la convergencia un camino demasiado largo para una región que parte de tan atrás.

Píriz aventura que este año la economía extremeña puede subir incluso por encima de las previsiones de la consultora Hispalink (que estiman un 0,6%) y superar el 1%, y que el próximo año incluso podría llegarse al 2%. Pero el avance real, el que situaría a la región en cifras de crecimiento que marquen una convergencia a medio plazo, sólo se logrará aprovechando este ejercicio para acometer profundas reformas en el modelo y en el mercado laboral, única vía para que el desarrollo sea sostenido.

La cifra

2,09% es la caída que registró el PIB real extremeño en 2009, frente a una bajada media a nivel nacional del 3,83%.

Empleo en 2011 con un alza del PIB del 2%

Las previsiones de Funcas en su Informe sobre la evolución de la economía de las regiones han enfriado la euforia que produjo el anterior análisis de Hispalink. Así, mientras este último preveía para Extremadura un crecimiento este año del 0,6% (frente a una caída media nacional del 0,2%), Funcas indica que el PIB de la región descenderá en 2010 sólo un 0,2% (en España la bajada media sería del 0,3%).La corrección descendente vendría motivada por el recorte del gasto público. Víctor Píriz reconoce que las restricciones presupuestarias tendrán impacto, pero se manifiesta más en sintonía con Hispalink, incluso asegura que el crecimiento extremeño en 2010 puede llegar al 1,1%. Sin embargo, señala que el indicador de final de la crisis es la generación de empleo neto. Según explica, "es muy posible que en Extremadura se dé a mediados de 2011, cuando el crecimiento del PIB rompa la barrera del 2%".

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