Tras los pasos de Pizarro
El casco histórico y la gastronomía son los referentes de la Lima actual, en la que el español retoma su pasado.
El desconocimiento hace que a veces metamos a toda América Latina en el mismo saco, identificándola con países escasamente desarrollados y gobernantes poco serios. Pero nada más lejos de la realidad. La región ofrece destinos turísticos como Perú que, si bien ha tenido unos meses cerrado por las lluvias su icono por excelencia -las ruinas incas de Machu Picchu-, disfruta en Lima, la capital, de una buena opción para pasar un par días de reencuentro con el pasado conquistador español -la ciudad fue fundada por Francisco Pizarro en 1535- y para sorprenderse con la buena gastronomía del país. Perú recobra además todo su atractivo desde la próxima semana, pues reabre Machu Picchu.
Uno de los principales atractivos de Lima es, sin duda, el centro histórico colonial. Conocido como el Damero de Pizarro por la formación reticular de sus calles, alberga la plaza de Armas (que mandó construir el conquistador español), en la que se encuentra la catedral y el convento de los franciscanos. Pizarro no entendía de seísmos y ordenó edificar la catedral con materiales poco aptos para movimientos de ese calado, por lo que el monumento ha tenido que ser reconstruido en dos ocasiones. El edificio alberga la tumba de Pizarro -murió de un estocada en el cuello- y una sillería del coro que no tiene nada que envidiar a las más importantes catedrales europeas.
En el paseo por el casco histórico colonial de Lima llama la atención la abundancia de casas coloniales pobladas de balcones de madera, típicos del siglo XVII. Otra visita obligada en el Damero de Pizarro es el convento de los franciscanos, que destaca por sus catacumbas -en las que fueron enterradas 25.000 personas entre 1600 y 1821-, y el artesonado y los azulejos traídos de España que se encuentran en el patio del recinto.
Lima es una ciudad de nueve millones de habitantes, un tercio del país, y en la que los techos de las viviendas son planos porque nuca llueve. Además, los edificios no son muy altos debido a la frecuencia de los movimientos sísmicos. En el debe de la ciudad hay que anotar el caótico tráfico.
La ruta a pie por el casco histórico de la capital puede ser la antesala para disfrutar de una gastronomía limeña realmente interesante. De hecho, la cocina peruana ha ganado gran predicamento a nivel mundial. Restaurantes como La Rosa Náutica -ubicado en un rompeolas sobre el Pacífico-, La Huaca Pucllana y Astrid&Gastón son referentes. Este último pertenece a la cadena del chef Gastón Acurio, una persona muy conocida en el país y cuyos restaurantes se extienden por varios países de América Latina y España. En Madrid, su establecimiento se encuentra en el número 13 del paseo de la Castellana. En general, se trata de una cocina en la que manda la patata, pero con pescados y carnes de primer nivel. De hecho, según datos del Ministerio de Turismo de Perú, el 42% de turistas extranjeros decide su visita al Perú atraído no sólo por su patrimonio histórico y cultural, sino también por la gastronomía.
Guía para el viajero
Cómo ir. Air Europa (www.aireuropa.com), perteneciente al grupo Globalia, opera desde el 22 de febrero la ruta Madrid-Lima sin escalas. Cuenta con tres vuelos semanales en principio, aunque la pretensión de la compañía es incrementar progresivamente las frecuencias hasta conseguir una diaria. Globalia, a través de su red minorista Viajes Halcón, quiere incluir a Perú como uno de los destinos principales a comercializar. Iberia y la chilena LAN también vuelan a Lima.Dónde comer. La gastronomía peruana representa una grata sorpresa para el visitante. Hay varios restaurantes que son referentes en la ciudad. Uno de ellos es La Huaca Pucllana (General Borgoño, 8, barrio de Miraflores), exponente de la nueva cocina del país. Los cánones mandan probar la causa (en la imagen), que es un plato típico a base de patata y que admite combinaciones con pescado, carne o marisco. De segundo, es buena opción es el lomo saltado (en tiras, en una presentación similar a la de un wok) con patatas fritas amarillas y arroz con choclo. Con postre típico y vino peruano sale por unos 30 euros. El restaurante se encuentra dentro del recinto arqueológico de Pucllana, un centro ceremonial y administrativo del siglo V, cuyos restos se pueden observar desde la mesa a pocos metros.
Dónde dormir. La única cadena española con presencia en Lima es Sol Meliá (www.solmelia.com).