"La eco-innovación es una baza ante China"
El sector del calzado apostó ya desde 2003 por criterios medioambientales como baza competitiva y de creación de valor añadido a su industria.
Desde ese año, la Federación de Industrias del Calzado Español colabora con la Fundación Biodiversidad en el desarrollo de programas que favorezcan la inclusión de criterios medioambientales en el proceso productivo.
La feroz competencia china ha brindado además una excelente oportunidad al sector para forjarse una reputación de calidad frente a los productos chinos, que en los últimos meses han protagonizado episodios de alergias producidas por zapatos que contenían productos tóxicos en su fabricación.
¿En qué se traduce la eco-innovación en la industria del calzado?
Hace 18 años fijamos los ejes estratégicos de este sector en España. Junto a la creación de valor de marca, la innovación y el control de calidad, el respeto al medio ambiente entró a formar parte de las prioridades. Trabajamos con el Instituto Tecnológico del Calzado para fijar nuestras líneas de actuación.
¿Qué ventajas aporta la eco-innovación?
El medio ambiente aporta valor en dos sentidos. Por un lado, nos dotamos de conciencia de cara al futuro y además crea un valor añadido muy importante porque establece un elemento positivo respecto a nuestros competidores.
China se ha convertido en un competidor formidable y pese a que los criterios medioambientales también han llegado a este país, por el momento no son capaces de cumplirlos. Tienen aún demasiados problemas para desarrollar una política seria y coherente para cumplir con el medio ambiente.
¿Puede favorecer la innovación sostenible a la creación de empleo de calidad?
Por supuesto. Algunos de los productores a los que representamos (1.832 empresas que emplean a 29.056 personas en España, según cifras de 2008) están viviendo un desarrollo tremendo gracias a criterios de eco-innovación. Es el caso de Zapatos El Naturalista o Pikolinos, ambas referentes en España por su compromiso medioambiental.