La ONU pide una reforma "ambiciosa" de la arquitectura financiera global
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió hoy una reforma "ambiciosa" de la arquitectura financiera internacional que conduzca a una mayor representación de los países pobres en las instituciones multilaterales y favorezca el desarrollo sostenible.
"Celebro las reformas puestas en marcha por las instituciones de Bretton Woods (Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional) para garantizar su legitimidad y eficacia. Estas reformas deben ser ambiciosas y sin demoras", dijo Ban en una reunión de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre la financiación al desarrollo.
El máximo responsable de Naciones Unidas señaló que los cambios deben "aumentar considerablemente la voz y la participación de los países en desarrollo".
Asimismo, resaltó que las inversiones en estas economías deben tener como meta el desarrollo sostenible, que pasa por alcanzar en 2015 los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
En ese sentido, expresó su respaldo a las iniciativas puestas en marcha por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para mejorar las condiciones de sus préstamos, así como el interés de los líderes del grupo del G-20 en que aumente la capacidad de la institución multilateral para conceder crédito.
"Las instituciones internacionales desempeñan un papel crucial. El acceso a mecanismos financieros puede aliviar los ajustes económicos dolorosos", agregó.
A su vez, Ban insistió en que las economías más ricas mantengan sus compromisos en materia de financiación del desarrollo, para que "su recuperación no se convierta en una carga para otros".
"Al mismo tiempo, en muchos países en desarrollo se necesita una mayor asistencia para estimular sus economías y aumentar las protecciones sociales a los más afectados", insistió.
La reunión de la Asamblea General, que se extenderá hasta el miércoles, se enmarca en los preparativos de la cumbre sobre los Objetivos del Milenio que se celebrará a finales de septiembre en la sede de Naciones Unidas.
A cinco años del plazo de 2015, la comunidad internacional afronta la posibilidad de incumplir la meta de reducir a la mitad pobreza extrema, respecto a los niveles de 1990.
La número dos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la costarricense Rebeca Grynspan, subrayó la importancia de mantener las promesas formuladas en la última década por los países ricos de doblar la ayuda al desarrollo.
"Sabemos por experiencia que con los recursos adecuados, responsabilidad y liderazgo políticos en todas las esferas e intervenciones precisas y rigurosas, se pueden alcanzar los ODM", observó.
Grynspan recordó que los esfuerzos de los países donantes y receptores de ayuda han conseguido reducir la mortalidad infantil, aumentar los niveles de escolarización y elevar el número de contagiados por el virus del VIH que reciben tratamiento médico, entre otras cosas.
Al mismo tiempo, señaló que se han producido avances marginales en la lucha contra la mortalidad materna y la crisis alimentaria elevó en 2009 a 1.000 millones el número de personas que padecen hambre crónica.
Por su parte, el director general de planificación y evaluación de políticas de desarrollo del ministerio de Exteriores español, Juan López-Doriga, reafirmó el compromiso de los países de la Unión Europea (UE) de cumplir sus compromisos en cuanto a la ayuda oficial al desarrollo.
El diplomático, que habló en nombre de la UE por la presidencia de turno que ejerce España este semestre, también recordó que la agenda en esta materia incluye la responsabilidad de los países receptores de movilizar recursos internos y fomentar el bueno gobierno.
En ese sentido, señaló que una mayor eficacia de las políticas y mecanismos fiscales en los países pobres podrían aportar entre 500.000 y 800.000 millones de dólares adicionales para combatir la pobreza.
El Grupo de Río, que reúne a los gobiernos de 22 países de América Latina, también expresó en la intervención de su representante en la reunión su respaldo a la reforma de la arquitectura financiera global.
Asimismo, realizó un llamado a una solución "justa, duradera y orientada al desarrollo" del problema de la deuda externa.