_
_
_
_
Siete concesionarias tienen serios problemas

Hacienda avalará a las empresas por el bajo tráfico de las autopistas

Los Ministerios de Fomento y Hacienda trabajan al unísono en la búsqueda de una fórmula que permita aliviar la difícil situación por la que atraviesan siete autopistas de peaje ante la drástica caída de los tráficos. Las fuentes consultadas apuestan por que finalmente se optará por la concesión de avales, aunque en ningún caso éstos deberán computar como déficit.

Seis concesiones de autopistas de peaje atraviesan serias dificultades económicas. Cuando se proyectaron en el año 2000 se hicieron unos cálculos de tráficos que la realidad y en los dos últimos años la crisis se han encargado de echar por tierra. En todas ellas las intensidades medias diarias de vehículos están por debajo del 80% estimado hace 10 años. Una séptima concesión, la que explotará el tramo Málaga-Las Pedrizas ha optado directamente por retrasar las obras a la espera de tiempos mejores y no se prevé que entre en funcionamiento hasta 2011 (ver ilustración).

La merma de ingresos, unido al coste de las expropiaciones que tuvieron que asumir no permite hacer frente al pago de la deuda que contrajeron las empresas concesionarias para poner en marcha estas infraestructuras, lo que les ha obligado a tener que renegociar sus créditos y los bancos reclaman más garantías.

"Ha sido tal el desplome de los tráficos respecto a los previstos en los pliegos de los concursos que los bancos no admiten ese riesgo y exigen nuevas garantías de que las empresas van a obtener un mínimo de caja", aseguran fuentes de una concesionaria. La primera solución que barajaron las empresas fue la inyección de capital público a las compañías con el objetivo de dotarles de liquidez en un momento en el que el crédito parece haber dado la espalda también a este tipo de proyectos. El Gobierno lo rechazó de plano. La segunda tentativa, que trató de sacarse adelante en la tramitación parlamentaria del proyecto de ley de captación de recursos para concesiones de obras, consistió en que Fomento compensara a las compañías al final de la concesión por la diferencia entre los tráficos previstos y los obtenidos con ciertos límites.

Más información
COMPRE LA EDICIâN DE HOY EN PDF

De ese modo, si la coyuntura cambiaba a mejor era la concesionaria quien resarcía a la Administración. También esta propuesta ha recibido un no por respuesta. Hacienda argumenta que esosmínimos garantizados pueden ser entendidos por Bruselas como ayudas públicas, ya que desaparece el riesgo de la empresa privada, incluido en el conocido riesgo de disponibilidad.

Por tanto, ese dinero iría directo a engrosar el déficit público. Fuentes consultadas por CincoDías se muestran convencidas de que se logrará una solución "que irremediablemente pasará por la concesión de avales o ciertas garantías del Estado similares que, de un lado, salven las normas europeas sobre ayudas públicas y, de otro, permitan a las empresas seguir obteniendo financiación para proyectos de colaboración público- privada". "No nos hemos puesto plazo porque todos sabemos que hay que encontrar una solución por el bien del sector concesional", añaden estas fuentes.

La recesión hunde un 31% el tráfico de camiones

Malos tiempos para las autopistas de peaje. El diseño de los trazados, demasiado cortos como se ha demostrado en el caso de las radiales de Madrid, o la obligatoriedad de que cuenten con un trayecto alternativo libre de peaje ha puesto a las vías de pago de más reciente creación al borde del colapso. Nadie en el Ministerio de Fomento quiere oír hablar de que el Gobierno tenga que acudir finalmente al rescate de estas concesiones, "sin duda, la solución más cara y la que más perjudica al déficit de todas las posibles", aseguran fuentes parlamentarias.Y es que las cifras no dejan lugar a dudas. Según los números que maneja la patronal de las concesionarias Aseta, mientras en 2007 estas vías registraron una intensidad media diaria (IMD) de 25.110 vehículos, el año pasado cerró con un promedio de 20.675, el 17,6% menos. Pero donde la comparativa es aún más desoladora es cuando se analiza por tipo de vehículos. En los ligeros se pasó de un tráfico de 21.486 automóviles al día en 2007, a sólo 18.195 en 2009, lo que representa una significativa contracción del 15,3%.En el caso de los vehículos pesados, la recesión económica explica el desplome experimentado en idéntico periodo. Mientras 2007 finalizó con un promedio de 3.624 camiones al día, durante el año pasado apenas lo hicieron 2.400, el 31,5% menos. Después de un ejercicio tan nefasto en lo que a tráficos se refiere, el sector exige más respaldo económico e institucional, y, sobre todo, un cálculo más realista de la demanda futura. Además, esperan una solución para las autopistas con problemas de rentabilidad que dé estabilidad al modelo concesional, en el que España es líder mundial y por el que se pueden poner en marcha casi cualquier tipo de infraestructuras.

Archivado En

_
_