"Al corazón de los españoles le perjudica la globalización"
Actualmente este médico, pionero en cardiología intervencionista, es jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y responsable del Instituto Cardiovascular, una entidad que se codea con las más prestigiosas del mundo
Nada más llegar a la Sociedad Española de Cardiología (SEC), el pasado noviembre, Carlos Macaya se propuso reforzar las relaciones con los Ministerios de Sanidad y Educación, ampliar la formación a todas las profesiones sanitarias involucradas en el área cardiovascular, así como desarrollar líneas propias de investigación.
¿Cómo anda el corazón de los españoles realmente?
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) siguen siendo la principal causa de ingreso hospitalario y muerte en nuestro país, tanto en hombres como en mujeres, según el último informe de la Sociedad Española de Cardiología. Más de tres de cada diez fallecimientos en España se deben a esta patología. Mueren más personas por esta enfermedad (31,7%) que por cáncer (26,9%) o enfermedades respiratorias (11,4%).
Murcia, Andalucía y Valencia tienen la tasa más elevada de muertes por esta patología, justo donde predomina la dieta mediterránea. ¿Es un mito esta dieta?
No, es muy aconsejable para prevenir y debería extenderse a otras áreas geográficas del planeta. Probablemente lo que sucede es que influyen otros factores de riesgo, como la hipertensión arterial, el tabaco y la diabetes. Una alimentación con mucha sal y de carbohidratos junto al sedentarismo trae más hipertensión, sobrepeso (obesidad) y otros trastornos metabólicos graves como la diabetes. Por su parte, es muy probable también que la "globalización" esté generando costumbres menos saludables. Hay que transmitir una señal de alerta para evitar hábitos de vida y alimentación nada cardiosaludable.
¿Sinceramente qué es peor para el corazón, el demonizado tabaco o el colesterol?
Tanto los fumadores como quienes padecen niveles de colesterol elevados tienen tres veces más riesgo de sufrir estas patologías. Pero fumar es voluntario y hoy en día sabemos que si una persona lo deja, en siete o diez años la mayor parte de los efectos nocivos han desaparecido. Por contra, el colesterol alto, en muchos casos, no depende sólo de la dieta, sino del propio organismo que exagera su producción. Estos enfermos, además de una dieta pobre en grasas, precisan un tratamiento farmacológico.
¿Qué ha sido más eficaz en el tratamiento de esta enfermedad, la medicación o las nuevas tecnologías?
Ambas han evitado muertes en los últimos años. Pero nuestras miras tienen que estar en el desarrollo tecnológico, pues lo que implique mejoras en el diagnóstico reduce el número de tratamientos e incluso permite la cura de enfermedades, como en las arritmias.
Señale las dos o tres innovaciones tecnológicas cruciales...
La imagen cardiovascular, que permite visualizar las arterias sin catéter gracias al TAC o la ecocardiografía, ha sido clave. En la arritmias se aplican técnicas como la ablación (dispositivos capaces de liberar choques eléctricos) y ha sido un reto para la cardiología colocar a los pacientes mayores prótesis valvulares a través de la femoral.
Cada vez hay más cardiólogos extranjeros en España. ¿Hay déficit en esta especialidad médica?
En España hay casi tres veces más cardiólogos que en Inglaterra. Si la medicina de familia, la enfermería y los técnicos asumieran competencias en el área cardiovascular, como puede ser la realización de técnicas no invasivas (ecocardiografías), no se solicitaría tanto cardiólogo. Respecto a la llegada de extranjeros, sobre todo latinoamericanos, la razón no es otra que el prestigio internacional de nuestra sanidad.
Llevarse puesto un 'stent' cuesta unos 4.800 euros
Las enfermedades cardiovasculares son muy caras. Según ha señalado Macaya, en España estas patologías suponen un coste de 9.000 millones de euros al año, cantidad que se eleva hasta los 192.000 millones en el conjunto de la Unión Europea. Unas cifras que ponen de relieve que estas enfermedades representan la mayor carga económica tanto en España como en la UE. Rebajar esta factura, que en España supone el 7,1% de total del gasto sanitario, pasaría por la prevención a todos los niveles. Un adecuado control de los factores de riesgo, que además están asociados al desarrollo de otras enfermedades crónicas, como las pulmonares (bronconeumopatías y cáncer de pulmón), la insuficiencia renal, diabetes, etc., "reduciría muchísimo" esta factura. Y es que las intervenciones en esta área son muy costosas. Por poner algún ejemplo, "llevarse puesto" un stent (dispositivo metálico que se introduce en las arterías, sujeta la pared y evita la oclusión) cuesta en el Hospital Clínico San Carlos unos 4.800 euros, incluyendo los costes de personal, los stents implantados y los gastos de funcionamientos del servicio, de hospitalización en la unidad coronaria y en planta. Y lo más grave es que la mayoría de los pacientes tienen más de una lesión (estrechamiento de las arterias). La media es de 1,65 stents por procedimiento.
Tecnología que salva más vidas
El Instituto Cardiovascular (ICV) del Hospital Clínico de Madrid atiende cada año a más de 50.000 pacientes en consultas, 1.800 en quirófanos, 5.400 son intervenidos en las salas de hemodinámica y 1.200 en la unidad de arritmias. Lo más sorprendente es que de todos estos procedimientos, sólo 4.000 pacientes necesitan ser ingresados cada año.¿Cuáles son las próximas aportaciones previstas por el instituto?Entre las líneas de investigación, que se trasladarán en breve a los pacientes, destaca la aplicación de nuevas tecnologías para el desarrollo de ropa inteligente, sobre todo en las insuficiencias cardiacas; la incorporación de la robótica en la fibrilación auricular, y la generalización de implantes valvulares mediante cirugía poco invasiva.¿Cuál es la herramienta que más desearía tener un cardiólogo intervencionista y que no tiene?El objetivo es tratar a todos los pacientes una vez diagnosticados y, para ello, nos gustaría disponer de tecnología que permitiera acceder incluso a los vasos de pequeño calibre enfermedad coronaria, que de momento son intratables. El desarrollo de stents especiales, quizá bioabsorbibles, o de nuevos fármacos de aplicación local sería clave.¿Qué le debe la cardiología a la innovación?Hoy día cada vez hay más pacientes que no mueren gracias a la innovación. Pacientes inoperables hace diez años, hoy se pueden operar o tratar con técnicas intervencionistas tanto en las enfermedades de las válvulas como en la enfermedad coronaria.¿Cuáles han sido las principales aportaciones de este centro en sus diez años de existencia?La docencia de posgrado, la actividad investigadora y la incorporación de las últimas tecnologías son las más representativas. Cabe destacar que en el instituto se hacen reconstrucciones tridimensionales de las arterias, se implantan válvulas cardiacas vía transapical y se tiene control remoto de los pacientes.