El aparato, que había despegado de Sevilla (sur de España) a las 13.45 locales (12.45 GMT), tomó tierra justo dos horas después en Toulouse (sur de Francia), indicó a Efe un portavoz de Airbus, filial del grupo europeo EADS.
En la pista del aeropuerto de esta ciudad francesa donde se encuentra la sede de Airbus esperaban a los miembros de la tripulación de este décimo vuelo del A400M el presidente del fabricante aeronáutico, Tom Enders, y el responsable de la división militar, el español Domingo Ureña.
Una vez en Toulouse, esta primera unidad del avión militar va a iniciar una campaña de pruebas que vendrá a completar las ya realizadas desde Sevilla, donde ha volado a la velocidad máxima de operación de 300 nudos (555 kilómetros por hora) y a una altitud superior a los 30.000 pies (9.144 metros).
El segundo de estos aparatos se encuentra en la última fase de ensayos en tierra en Sevilla y está previsto que empiece a volar en las próximas semanas.
En total, habrá cinco aparatos de pruebas del A400M, un avión cuya suerte ha estado en suspenso en los últimos meses debido al fiasco financiero e industrial del contrato inicial firmado en 2003 por los siete países de lanzamiento de este modelo.
Esos siete países se habían comprometido entonces a comprar 180 unidades por 20.000 millones de euros, pero los plazos de entrega se han retrasado en más de tres años, y los costes finales se han disparado y la diferencia se lo han tenido que repartir entre los gobiernos y el fabricante.
De hecho, EADS anunció hoy pérdidas de 763 millones de euros el pasado año, en gran medida a causa de provisiones de 1.800 millones para atender el desfase del programa del A400M, un aparato cuyo ensamblaje final se lleva a cabo en la planta de Airbus de Sevilla. EFE