La inmobiliaria Nou Temple supera su proceso concursal
La inmobiliaria Nou Temple ha logrado superar el proceso de concursal en que estaba inmersa desde marzo de 2008 y garantizar así su continuidad, al lograr el respaldo mayoritario de sus acreedores a los convenios de pago de deuda presentados.
En la junta de acreedores celebrada hoy, Nou Temple logró la adhesión a sus planes de pago de entre el 75% y el 84% de los acreedores de sus sociedades promotoras y del 61%, en el caso de las empresas constructoras.
La empresa indicó en un comunicado que la aprobaron por "amplia mayoría" de los convenios presentados "garantiza la continuidad de la compañía" y supone la finalización del proceso concursal.
Los convenios ratificados por las juntas de acreedores, tal y como exige la Ley, "prevén no sólo la viabilidad y continuidad de las empresas, sino que también estipulan un plan de pagos para atender los créditos reconocidos".
Según informó la empresa en el momento de presentación en el juzgado de la propuesta de convenio, el Plan de Viabilidad y el de Pagos garantizan el cobro del 50% de las cantidades adeudadas en in plazo de ocho años; la viabilidad del grupo, y la posibilidad de atender los créditos reconocidos por la administración concursal para garantizar la continuidad de la actividad empresarial de la compañía y la finalización de los proyectos ya iniciados.
Asimismo, con la aprobación de los convenios, los responsables de Nou Temple "recuperan la gestión y dirección empresarial, meta perseguida desde que se entró en situación concursal". Por ello, afirmaron estar "muy agradecidos por el amplísimo respaldo" que han recibido sus propuestas, así como por la "magnífica" labor desarrollada por el juzgado y los administradores concursales.
Nou Temple mostró además su "gran satisfacción" por la finalización del proceso concursal, dado que, en su opinión, ello "demuestra que acreedores, clientes y entidades bancarias siguen creyendo en el proyecto y en los Planes de Viabilidad presentados".
El juez admitió a trámite en junio de 2008 la solicitud de concurso voluntario de acreedores de las sociedades del Grupo Nou Temple, que había sido presentada en marzo de ese mismo año ante la imposibilidad de atender las obligaciones de pago vencidas, por encontrarse en situación de insolvencia.
La inmobiliaria valenciana, con una trayectoria de más de una década en el sector, explicó en ese momento que optaba por pedir la declaración de concurso voluntario, y no a instancias de sus acreedores, para tratar de mantener su actividad y entregar dentro de los plazos establecidos las viviendas que ya tenía vendidas.