Mapfre blinda su liderato al lograr los seguros de Caixa Catalunya
Mapfre marca las distancias. La primera aseguradora del país cerró ayer la compra del 50% de Ascat, filial de Caixa Catalunya, por 446,8 millones de euros. El acuerdo llega ante el inminente visto bueno de Bruselas a la fusión de este grupo con las cajas de Manresa y Tarragona.
José Manuel Martínez, presidente de Mapfre, repite la jugada. Acudirá a la junta de accionistas de este sábado con una adquisición bajo el brazo: la del 50% de Ascat Vida y Ascat Seguros Generales, filiales aseguradoras de Caixa Catalunya, por 446,8 millones de euros. En 2007, presentó la compra de la mitad de Bankinter Vida en similares circunstancias.
El acuerdo, que fue adelantado por CincoDías.com, llega tras aclararse las incógnitas sobre la fusión de la entidad barcelonesa con las cajas de Tarragona y Manresa. Las autoridades de Bruselas darán su plácet a la operación en un par de semanas y, al contrario que en Galicia o Castilla y León donde la política ha enfangado las negociaciones sobre la reconfiguración de las entidades financieros locales, los partidos catalanes alcanzaron hace meses un pacto sobre la segunda caja de la región.
El acuerdo entre Mapfre y Caixa Catalunya supone valorar Ascat en 893,6 millones de euros. La aseguradora pagará su parte con recursos propios y en varios plazos, que se prolongarán hasta 2015. La multinacional no acometía compras de peso desde hace dos años, cuando se hizo con Unión Duero Vida. Aunque sí ha sellado acuerdos de distribución relevantes como uno con Banco do Brasil el pasado octubre. Mapfre se ha centrado los últimos dos ejercicios en reducir su apalancamiento.
La compra de Ascat permite al grupo que encabeza José Manuel Martínez afianzar su liderazgo en el seguro español (abarcará el 15% de las primas, según Icea), que se había reducido por la política de compras de Zurich. Algunos de sus acuerdos, como el de Caja Duero o el de Caja Castilla La Mancha (CCM), son susceptibles de ser revisados en los próximos meses por la fusión de estas dos entidades con Caja España y Cajastur, respectivamente. Sus otros dos socios bancarios son Caja Madrid y Bankinter.
Por fin Cataluña
Al aliarse con Caixa Catalunya Mapfre afianza su red de ventas en Cataluña, una región rica de España donde su peso relativo era menor al que disfruta en otras autonomías. La caja barcelonesa tiene 1.154 oficinas, a las que se podrían sumar las 314 de Caixa Tarragona y las 156 de Caixa Manresa si fructifica la fusión de las tres entidades. De hecho, el contrato contempla nuevos desembolsos en tal caso. La Bolsa reconoció la trascendencia del pacto. Mapfre subió ayer un 2,9%.
Para Caixa Catalunya el acuerdo llega como agua de mayo. Podrá utilizar el dinero para devolver parte de las ayudas recibidas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), al que ha solicitado 1.315 millones de euros. Esta cifra supera el 2% de los activos ponderados por riesgo. Por eso la operación requería el visto bueno de la Comisión Europea (CE).
Ascat, que fue puesta en venta en mayo de 2008, es una compañía bancoaseguradora con solera. Creada en 1987, cuenta con 64.000 millones de activos bajo gestión y 3,3 millones de clientes. Atlas Capital ha asesorado a Mapfre, mientras que Morgan Stanley y Garrigues han aconsejado a Caixa Catalunya.
Caixa Manresa gestionará los fondos en la fusión
Caixa Manresa será la sede de la gestora de fondos de la entidad surgida de la integración de las tres cajas catalanas, y también capitalizará la responsabilidad informática en banca electrónica. Por su parte, Caixa Tarragona conservará su experiencia en el sistema informático de tarjetas, además de parte de los servicios territoriales, lo que en conjunto supondrá el mantenimiento de un equipo de 100 personas, según señalaron fuentes cercanas a las entidades. El grueso de los servicios centrales de la fusión se centralizará en las instalaciones que Caixa Catalunya mantiene en el Prat de Llobregat (Barcelona). Precisamente, la segunda caja catalana ya había iniciado hace meses el traslado de varias filiales al centro de El Prat, para reducir la dispersión de oficinas en Barcelona, con la consecuente reducción de costes. La dimensión de Catalunya sobre las otras dos cajas no ha ofrecido en ningún momento dudas sobre quién debía asumir la gestión del sistema informático. En cambio, las mismas fuentes añadieron que se ha buscado mantener en Manresa y Tarragona las operativas que han mostrado un comportamiento más exitoso.La entidad que dirige Adolf Todó aportará el 80% de los activos a la fusión, aunque ha cedido peso a sus otros dos socios en los órganos de Gobierno de la nueva entidad, controlando el 60% del consejo de administración. La fusión de las dos entidades de fundación pública (Catalunya y Tarragona) y Manresa creará la cuarta caja española por volumen de activos (81.606 millones) y créditos a clientes (62.886 millones) y recursos de clientes gestionados (67.896 millones).