Quién es quién en la puja por el negocio lácteo de Ebro Puleva
A los candidatos por la división se suma la empresa mexicana Lala.
Sin duda va a ser una de las grandes operaciones del sector alimentario en 2010. Al menos en lo que a empresas españolas se refiere. El grupo Ebro Puleva lleva varias semanas estudiando los candidatos a hacerse con su negocio lácteo y, aunque aún no hay ningún claro favorito, sí que empiezan a caerse nombres de la lista.
El último, Capsa, la matriz de Central Lechera Asturiana, que trató de convertir la puja por Puleva en una batalla por la defensa de la leche made in Spain. Su propuesta era la única que evitaba su paso a manos de una gran multinacional del sector. Pero finalmente todo hace indicar que será así en una operación que podría estar valorada entre 600 y 700 millones de euros.
Por el momento, hay cuatro grandes nombres en la puja: Yoplait, Lactalis, Campina y Arla. Aunque este último aseguraba ayer que no tiene intención de ampliar su presencia en España vía adquisiciones, sin embargo, su nombre sigue sonando dentro del sector. También se ha sumado una compañía desconocida a este lado del Atlántico, pero un peso pesado en México, el grupo Lala.
Actualmente, la operación está en una fase inicial de presentación de ofertas. Y la única que tendría participación española es la integrada por Yoplait y Leche Pascual. Una asociación en la que el encargado de aportar fondos es la firma de capital riesgo Pai Partners, que posee el 50% de la empresa láctea francesa.
Yoplait es un viejo conocido en España, aunque lleva casi 10 años fuera de este mercado. En concreto, plegó velas a finales de 2001 ante las dificultades de competir en un mercado copado por la marca blanca. Ahora, Yoplait quiere volver de la mano de Pai y con la carta de presentación de Pascual que, según fuentes del sector, no atraviesa su mejor momento financiero y podría ver en esta operación el vehículo para dar un salto adelante.
La otra alternativa gala es Lactalis que acaba de adquirir Forlasa (matriz de El Ventero) en una operación valorada en cerca de 200 millones. Pero la firma propietaria de Lauki y Président sigue manteniendo su apetito comprador. No en vano, la compañía gala es uno de los pesos pesados, con una facturación anual de 8.500 millones de euros, de los que el 56% proceden de fuera de Francia. En cuanto a la holandesa Friesland Campina, su facturación supera los 9.100 millones, 20 veces más que Puleva.
Después de que la italiana Parmalat se retirara de la puja, Arla podría seguir el mismo camino. La láctea danesa es -al igual que la asturiana Capsa- una cooperativa ganadera que cerró 2009 con un beneficio de 971 millones de coronas (130 millones de euros). En España, su facturación ronda los 100 millones.
La última empresa en liza es la mexicana Lala, fundada por un empresario cántabro, Lalo Tricio Gómez, que persigue su entrada en España. Lala es uno de los principales operadores lácteos de México, donde adquirió la filial de Parmalat.
La incógnita del nombre del grupo
Si el grupo Ebro Puleva logra cerrar la venta de su negocio lácteo se enfrentará a una circunstancia que, no por esperada, dejará de ser un problema. No en vano deberá cambiar su denominación social, después de vender las dos sociedades que integran su nombre: Ebro y Puleva. La compañía cerró hace casi dos años la venta de Azucarera Ebro, una actividad que había dejado de ser rentable hace tiempo y que pasó a manos de British Sugar por unos 570 millones de euros. Ahora podría ingresar una cifra similar o superior por Puleva, que aporta un volumen de ventas de 444 millones de euros, tras reducirse su facturación un 12% en 2009. Mientras, el resultado de explotación bruto (Ebitda) de la división se situó en 67 millones de euros. Si salda con éxito la venta de este negocio, la actual Ebro Puleva se convertirá en un productor de arroz y pasta, los negocios que han centrado su expansión en los últimos años y con los que pretende seguir creciendo. Por ello, su futura denominación podría estar vinculada a estas dos divisiones.