Bruselas blindará la zona euro contra crisis y ataques especulativos
La zona euro se dotará de instrumentos para atajar las futuras amenazas a su estabilidad financiera dentro de la estrategia macroeconómica para la próxima década aprobada ayer por Bruselas. El presidente de la CE, José Manuel Barroso, aseguró que los detalles del plan, que podría incluir un fondo de rescate para países en dificultades, se anunciará en cuanto esté listo.
La nueva estrategia quiere ir mucho más allá que el mero enunciado de unos objetivos cuyo cumplimiento, como se ha comprobado con la fallida Agenda de Lisboa (2000-2010), escapa al control comunitario y depende en gran medida de la evolución económica internacional. Bruselas prefiere esta vez apostar por la coordinación económica como único camino para "salir fortalecidos de la crisis", según el documento aprobado ayer por la CE.
Y para lograrlo, propone un nuevo marco, tanto de "vigilancia más profunda y amplia de los países de la zona euro", como de protección conjunta "para ocuparse de las amenazas inminentes a la estabilidad financiera de la zona euro".
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, se negó ayer en rueda de prensa a concretar los planes, para no alimentar, según explicó, la actual volatilidad de los mercados. Pero dejó claro su posición a favor de mecanismos de solidaridad europea "cuyos instrumentos anunciaremos cuando llegue el momento".
"Estamos trabajando en ello", reconoció Barroso durante la presentación de su estrategia Europa 2020. "Pero sólo lo anunciaremos cuando esté listo". Entre los instrumentos para articular esa defensa ante posibles ataques especulativos o ante un cataclismo financiero como el de 2008, los pasillos comunitarios rezuman de propuestas como la creación de un fondo europeo (equivalente al FMI) o la emisión conjunta de bonos para cubrir las necesidades de financiación de los socios en dificultades.
Bruselas ya dispone de un fondo de ese tipo, dotado con 50.000 millones de euros, pero sólo lo puede utilizar para ayudar a los 11 socios de la UE que mantienen todavía su propia divisa. Durante la crisis actual, se han beneficiado Hungría, Rumanía y Letonia, cuyas dificultades para financiarse se han superado a través de la UE, que puede recaudar fondos en los mercados financieros en mejores condiciones gracias a su excelente rating.
Ayuda a Atenas
La creación de un fondo similar para la zona euro permitiría la asistencia comunitaria a los socios de la unión monetaria en dificultades sin violar la cláusula de "no rescate" entre Estados miembros que impone el Tratado de Maastricht. Y hay pocas dudas sobre el primer país que se beneficiaría del plan. "Grecia puede contar con nuestra solidaridad", aseguró ayer Barroso tras conocer y respaldar las drásticas medidas de ajuste presupuestario anunciadas por el gobierno de George Papandreu para dejar el déficit en 8,7% durante 2010.
Sin cifras de empleo ni de crecimiento
El plan macroeconómico de la CE para la próxima década, aprobado ayer, no incluye ninguna estimación de crecimiento ni cifras concretas de creación de empleo.Los borradores del documento citados por diversas fuentes parecían apostar por un crecimiento anual del 2% (la Estrategia de Lisboa en 2000 se hizo en base al 3%) y la creación de más de cinco millones de puestos de trabajo. Pero el texto aprobado no contiene ninguna de esas referencias. El presidente de la CE, José Manuel Barroso, justificó la ausencia de proyecciones porque "la crisis actual ha demostrado que son muy frágiles".El plan comunitario para la próxima década, bautizado Europa 2020, sí incluye metas cifradas en materia laboral (75% de tasa de actividad en la población de entre 20 y 64 años); en I+D (gasto equivalente al 3% del PIB comunitario) y en educación (reducir la tasa de abandono escolar hasta el 10% y lograr que el 40% de los jóvenes concluyan los estudios superiores).