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Gobierno, políticos y sindicatos cargan contra la propuesta

Díaz Ferrán se echa atrás y reniega del contrato con despido gratis para jóvenes

El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán renegó públicamente ayer de la última propuesta de la patronal para la reforma del mercado laboral. El llamado "contrato de inserción" para jóvenes menores de 30 años fue planteado un día antes por uno de los principales negociadores de la patronal, José de la Cavada, que dirige el departamento de Relaciones Laborales de la CEOE. El modelo, que según defendió se basa en un contrato francés, tendría una duración de seis meses a un año con un salario de menos de 633 euros mensuales y permitiría a los empresarios despedir a sus empleados sin pagar ninguna indemnización. Tampoco cubrirían sus cotizaciones sociales, por lo que al echarles no tendrían ni derecho a paro.

"Nosotros no hablamos de contratos basura, sino todo lo contrario", aseguraba ayer Díaz Ferrán en declaraciones a Antena 3. La polémica que había suscitado la iniciativa le llevó a sostener que se trataba de un simple "ejemplo". "No está sobre la mesa ni se va a poner sobre ella", dijo en alusión a la negociación del diálogo social tripartito, contrariando así la afirmación que horas antes hacía el propio De la Cavada. Gobierno y sindicatos han mostrado siempre un rechazo frontal a crear un nuevo contrato que abarate, no digamos que elimine, la indemnización por despido. Este debate hizo saltar por los aires la anterior etapa de la negociación.

"La CEOE plantea una especie de corralito, de gueto laboral de jóvenes en un pretendido contrato sin derechos", clamó el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo. Por su parte, el líder de UGT, Cándido Méndez, pidió que "se sepulte bajo mil toneladas de tierra" lo que denominó como "una especie de monstruo de Frankenstein" de las condiciones laborales.

"No es un buen comienzo para el diálogo social", manifestó la vicepresidenta económica, Elena Salgado, sobre una negociación que está previsto que dibuje la reforma laboral antes de finales de abril. Tampoco fue bien recibida la propuesta en grupos políticos, como IU que la calificó de "terrorismo empresarial". El PP, proclive a abaratar el despido, rehusó postularse a favor o en contra.

Se repite la historia de proponer y desdecirse

La de ayer no fue la primera ocasión en que la CEOE se desdice a sí misma. En febrero del pasado año, el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, reclamó que la aprobación de los expedientes de regulación de empleo (ERE) no estuviera "para nada" sujeta al control de la Administración. Declaraciones que matizó más tarde para recalcar que no pedía una desregulación total del proceso. Más tarde vino la anterior etapa de negociación del diálogo social, donde el abaratamiento del despido quedó fuera de la agenda de negociación entre Gobierno y agentes sociales. Una "línea roja" que la patronal cruzó en varias ocasiones hasta que el intento de acuerdo fracasó en julio. Ahora, tras el reciente pacto entre las partes de "no radiar" el proceso, la CEOE ha presentado y rechazado en horas su "contrato basura".

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