Cajas de Burgos, Ávila y Segovia comienzan a construir acuerdos

Las cajas de ahorros de Burgos, Ávila y Segovia pueden alcanzar el acuerdo de unir sus fuerzas para integrarse en el proyecto del grupo Banca Cívica en el plazo de una semana o diez días.

Fuentes de la negociación han señalado hoy que el proyecto que está sobre la mesa que actualmente tiene más solidez para que estas tres entidades trabajen en unión es el de Banca Cívica, donde también participan las cajas de Navarra y de Canarias.

El proceso puesto en marcha, que se lleva "a toda prisa", según estas fuentes, no conlleva la fusión de las tres entidades de ahorro de Castilla y León.

Estas fuentes han reconocido que hay otras posibles alternativas, pero estarían muy "en mantillas", ya que se considera que Banca Cívica es el proyecto más maduro.

Asimismo, se entiende que puede preservar la naturaleza jurídica como cajas y de hecho es el único proyecto serio que se mantiene encima de la mesa, abierto también a otras entidades, en un futuro.

Altos cargos de las cajas de Burgos, Ávila y Segovia mantuvieron ayer un encuentro con directivos de las cajas de Navarra y Canarias, antes de reunirse con representantes del Banco de España.

A esta cita acudieron el vicepresidente segundo de la Junta de Castilla y León y consejero de Economía, Tomás Villanueva, y el secretario de Organización del PSCYL, Pedro Muñoz.

En una semana o diez días, a lo máximo, habrá un pacto entre las tres entidades de ahorro de Castilla y León, porque previsiblemente no se estampen aún firmas en documento alguno, lo que se trata del primer paso para avanzar en el proyecto de converger en el Grupo Banca Cívica.

A continuación se inicia un proceso casi irreversible, según las fuentes de la negociación, y es que las tres entidades "se desnuden" y comiencen a intercambiar información real sobre su situación, con total transparencia y compromisos de confidencialidad.

Seguidamente, quizá antes de que finalice el mes de marzo, ya entrarían a analizar el proyecto los consejos de administración de las entidades y, después, darían el visto bueno las asambleas generales. Por tanto, el mes de marzo resultará crucial y clave para el futuro de las cajas de Castilla y León.