Pérez-Reverte vuelve a la era napoleónica
La próxima semana se pone a la venta El asedio, la nueva novela de Arturo Pérez-Reverte (Alfaguara), y la expectación ha llevado a que el título se haya colado en webs como la de la Casa del Libro entre los más vendidos simplemente con las reservas previas a su publicación.
El motivo es que El asedio parece un retorno a varios de los leitmotivs que han tenido más aceptación en la obra del autor: la época napoleónica, en la que transcurrieron desde memorables piezas breves como La sombra del águila o El húsar hasta las recientes Un día de cólera o Cabo Trafalgar; y la ciudad de Cádiz como escenario, también presente en alguna de las citadas.
El asedio se dearrolla en 1811, con la ciudad asediada por las tropas francesas que han conseguido hacerse con el control del resto de la Península. Sin embargo, Pérez-Reverte ha optado aquí por alejarse de la narración histórica más convencional para seguir la investigación de un asesino en serie que abandona los cadáveres de jóvenes vírgenes desolladas a latigazos en los solares que dejan las bombas francesas.
Obra extensa y coral, aunque con un personaje femenino fuerte como principal referente, El asedio contiene también un buen material para las reflexiones que han convertido a Pérez-Reverte en una figura pública notable por sus críticas hacia los usos y costumbres españoles. Para el autor, el Cádiz de 1812 es un punto de inflexión de la historia de España del que pudo salir un país distinto al que finalmente optó por el "vivan las cadenas" y el retorno de Fernando VII.
El amor de Pérez-Reverte por Cádiz, ciudad que visita con frecuencia y es protagonista común de sus artículos periodísticos, es otro de los elementos cruciales de la obra. El perfil de la ciudad, que prácticamente se ha mantenido desde la época del relato hasta la actualidad, define el relato.
El asedio se lanza el próximo miércoles con 300.000 ejemplares de tirada y renovada presencia del autor en Facebook o Twitter.