Semana de fobia a la deuda soberana
El soporte clave, los 1.080 del futuro del Mini S&P
Dicen que Mozart era un genio, pero no sólo en el ámbito musical. Su cerebro tenía una capacidad para el cálculo fuera de lo normal y además gozaba de una memoria prodigiosa.
Una de sus mayores demostraciones de esta enorme capacidad de memoria, rasgo de su genialidad, la efectúo en la corte del emperador José II. Cuando fue presentado al monarca, éste recibió como regalo una bella sonata para piano que le habían compuesto. Pensó que no podía tener mejor dueño que Mozart quien, agradecido, tomó la partitura, pasó todas las páginas bastante rápidamente y, haciendo una reverencia, se la devolvió a José II. æpermil;ste, asombrado, le preguntó si es que no la quería, si no le gustaba o no le parecía a su altura. Pero Mozart contestó que al contrario, que estaba muy bien y la aceptaba, pero que simplemente se la daba porque a él no le hacía falta, pues ya la había aprendido de memoria.
El emperador se enfadó pues creía que el músico le tomaba el pelo, por lo que Mozart, para evitar males mayores, se fue al piano y tocó de memoria la sonata. Pero eso no fue lo mejor. Cuando terminó la volvió a tocar de memoria... ¡pero al revés! Toda la corte, que ya le admiraba, se rindió definitivamente ese día a sus pies.
Tras muchos bandazos, seguimos a niveles del inicio del verano de 2009
A diferencia de Mozart, las Bolsas no tienen memoria prodigiosa. Más bien todo lo contrario, recuerdan muy pocas veces las lecciones del pasado y siempre gustan de moverse al son de la fobia o filia de moda. Esta ha sido una mala semana, en la que ha predominado la fobia a la deuda soberana.
Bastaron rumores de que bancos alemanes podrían comprar deuda griega para forzar una fuerte subida en la sesión del viernes.
La tendencia actual es muy confusa. Llama la atención que las instituciones mantienen un moderado saldo comprador. El soporte clave de estas instituciones, según todos los comentarios, está situado de forma clara en el 1.080 del futuro del Mini S&P 500, que es el que manda. Mientras no se pierda, no se puede descartar algún intento de acercamiento al alza al entorno de los 1.125-1.140, donde aparecen de nuevo resistencias fuertes.
Con lo enrarecido del ambiente macro, el mercado parece reservado a traders y no a inversores y los bandazos seguramente van a seguir siendo importantes. Si miramos el gráfico del futuro del Euro Stoxx 50, podemos ver casi quince oscilantes sesiones encima de la media de 200. Además la bajada se detuvo en el entorno del retroceso de Fibonacci del 38,2 % de toda la gran subida anterior. Realmente, si somos objetivos, hay que reconocer que seguimos en el mismo sitio que donde estábamos a principios del verano de 2009, tras muchos bandazos. A fin de cuentas la opción lateral, con amplias idas y venidas, puede ser una opción muy válida como hipótesis de trabajo durante bastante tiempo. Por si acaso, soporte peligroso en 2.560.