Una cementera de FYM eliminará los lodos de las aguas de Guipúzcoa
El horno de la cementera de Añorga (Guipúzcoa) va a engullir las 4.200 toneladas de lodo que genera cada año la depuradora de aguas residuales de Loiola. Y es que sus propietarios, la cementera FYM-Cementos Rezola y la entidad pública Aguas del Añarbe, respectivamente, han alcanzado un importante acuerdo de valorización por un máximo de 7.000 toneladas de residuos anuales.
La instalación en 2005 de la depuradora, que da servicio a más de 300.000 guipuzcoanos de los diez municipios del Añarbe -San Sebastián, Rentería, Hernani, Lasarte, Pasaia, Oiartzun, Urnieta, Lezo, Usurbil y Astigarraga- ha incidido en la mejora de la calidad del agua del mar y de las playas de la zona, pero traía consigo el problema de la generación de biosólidos. Con la solución, ya sobre la mesa, se cierra el círculo de la gestión del agua con la eliminación de los residuos.
Una circunstancia que además redunda en un menor uso de combustibles fósiles por parte de la propia fábrica, que podrá quemar los citados lodos en lugar de carbón evitando emisiones adicionales -producidas por la fermentación de los lodos en los vertederos- de gases de efecto invernadero.
Antes del empleo de estos residuos, debe darse un tratamiento de secado del que se encargará Aguas del Añarbe, así como de su traslado. Según cálculos de la gestora del agua de Guipúzcoa, cada uno de los 310.000 habitantes de la comarca del Añarbe produce 15 kilogramos de lodos al año que dejarán de verterse, para ser desintegrados durante la producción del cemento.
Déficit en la quema de residuos
La valorización de residuos es una de las demandas recurrentes del sector cementero a la Administración. La cuota de sustitución de combustibles fósiles en los hornos españoles es del 6%, frente a una media europea del 18% y ejemplos como el de Holanda y Suiza, donde se pasa del 50%. Las 7.000 toneladas anuales de lodos que FYM podría recibir de Aguas del Añarbe suponen el 0,7% del material que quema el horno de Añorga. Aún hay margen para seguir quemando basuras.