Aston Martin lanza el Rapide, un deportivo con puertas traseras

¿Puede un superdeportivo tener cinco puertas? En Aston Martin creen que sí, y el Rapide es la muestra de ello

Cuando Ford Motor Company decidió vender Aston Martin en 2007 a un consorcio encabezado por David Richards, dueño de Prodrive, los incondicionales de la marca respiraron tranquilos. Prodrive es una compañía líder en tecnología para automóviles de competición, y además los socios disponían de capital más que suficiente para llevar a cabo nuevos proyectos. El primero de ellos que ha visto la luz es el nuevo Rapide, que viene a ser un Aston DB9 alargado (comparte la plataforma VH con el resto de los Aston), de modo que disponga de plazas traseras reales (en el DB9 son mínimas) y cinco puertas. También comparte con el bello cupé el motor o la construcción de su carrocería en aluminio. Mide sólo 1,36 metros de alto y 5 metros de largo, que viene a ser lo mismo que un Mercedes Clase S o un BMW Serie 7. Las puertas traseras no tienen marco y al abrirse quedan algo elevadas, con un ángulo de 12 grados. Por concepto y orientación, la comparación con el Porsche Panamera es inevitable. A pesar de sus cinco puertas, su habitabilidad está muy por debajo de lo que ofrece el coche alemán. Si en el Porsche el pasajero de las plazas posteriores tiene espacio de sobra, en el Aston el ocupante va bastante más encajonado, y tanto la elevada altura de las ventanillas como el grueso túnel de transmisión que separa las plazas traseras contribuyen a esta situación. Por lo tanto, sólo son cómodas para niños o para adultos en trayectos cortos. El maletero también es pequeño, con una capacidad de 301 litros, aunque se pueden tumbar los asientos traseros para aumentar la capacidad de carga (el Panamera ofrece 432 litros). Donde no se le puede reprochar nada es en cuanto a prestaciones o refinamiento, y como dicen sus creadores, es ante todo un deportivo. Además, aunque su capacidad interior sea limitada, está claro que sus compradores tendrán en el garaje otros coches para cuando necesite espacio adicional. El motor 5.9 V12 rinde 476 CV y la caja de cambios es automática de seis marchas. Va montada en la parte posterior del coche, un recurso que permite un reparto de peso casi idóneo entre los ejes (51% delante y el resto detrás). El cambio ofrece dos modos de funcionamiento, drive y sport, y el conductor puede cambiar de marcha manualmente mediante la palanca que va entre los asientos o con las levas del volante. Acelera de cero a 100 km/h en 5,3 segundos y supera los 300 km/h. Para asegurar una buena motricidad incorpora un diferencial autoblocante, y la suspensión es autoadaptativa, con un compromiso excelente entre comodidad y eficacia. El control dinámico de estabilidad es desconectable, pero también tiene una posición track (circuito) en la que permite un cierto grado de deslizamiento del eje posterior.

Teniendo en cuenta su precio, es lógico que el interior y equipamiento esté al máximo nivel, Con acabados en cuero y madera o equipo de sonido Bang & Olufsen. Básicamente el diseño interior es como el del DB9. Entre las opciones más interesantes destacan los asientos con ventilación incorporada.

Aston One-77. 700 CV y producción limitada

Dentro de poco comenzarán la entregas del Aston Martin One-77, el nuevo superdeportivo de la marca. Se trata de un vehículo con bastidor de fibra de carbono (el resto de la gama lo llevan de aluminio) y carrocería de aluminio hecha a mano, que se convertirá en el más caro y potente de la gama actual. De hecho, sólo se van a producir 77 unidades, y según el fabricante, ya están todos vendidos. Lleva un motor V12 de 7,3 litros y algo más de 700 CV, en cuyo desarrollo ha colaborado Cosworth. El precio de cada unidad es de 1,2 millones de libras (1,4 millones de euros). En ese estratosférico nivel de precio se sitúan también otros deportivos muy escasos, como el Bugatti Veyron o el Pagani Zonda.

Antecesores. Exclusivos, caros y exóticos

El Rapide no es la primera berlina que fabrica la marca, y los aficionados recordarán el espectacular y afilado Lagonda presentado en 1976, muy demandado por los jeques árabes. Fue uno de los primeros automóviles en incorporar instrumentación digital, aunque no funcionaba demasiado bien. También se construyeron algunas unidades del deportivo V8 (1972-1990) transformado en berlina de cuatro puertas, pero no fue realmente un modelo de producción en sí, sino el producto de encargos realizados por clientes muy ricos y caprichosos. El nuevo Rapide es más caro que el Porsche Panamera turbo (150.000 euros) y su exclusividad está garantizada. Lamborghini presentó en 2008 un prototipo de cuatro puertas, el Estoque.

'Made in Austria'

Es el primer Aston que se fabrica fuera de Inglaterra, ya que la nueva factoría que se inauguró cuando la firma estaba bajo el control de Ford tiene copada su capacidad con el resto de modelos de la gama. Por tanto, el Rapide se fabrica en la factoría de la multinacional Magna en Graz (Austria).