Capsa busca el apoyo de la banca española para comprar Puleva
Capsa quiere convertirse en un gigante nacional del sector lácteo. La compañía asturiana está recabando el apoyo de la banca española con el objetivo de presentar una oferta, de unos 500 millones, para hacerse con el control del negocio lácteo de Ebro Puleva.
Cerradas las desavenencias entre sus accionistas, Corporación Peñasanta (Capsa), cuya principal marca comercial es Central Lechera Asturiana, se dispone a preparar una operación corporativa que le permitiría convertirse en el gigante nacional del sector lácteo. Su consejo, en el que participa la cooperativa ganadera con el 57% del capital, el grupo francés Bongrain (27%) y las entidades financieras Cajastur (11%) y Caja Rural de Asturias (5%), ha aprobado recabar el apoyo de la banca española para instrumentar financieramente la operación.
Capsa ha pasado de ser una empresa en el punto de mira de otras compañías, a convertirse en el principal potencial comprador -con capital nacional- del negocio lácteo de Ebro Puleva. La compañía asturiana, según aseguran fuentes del sector, está barajando una cifra cercana a los 500 millones de euros para hacerse con su control. Esa sería la cifra mínima que se habría planteado Ebro para cerrar la venta de su división, apuntan las citadas fuentes, ya que el grupo de alimentación no tiene prisa por cerrar la desinversión.
La operación, en la que ya están trabajando varias sociedades de capital riesgo, está en una fase intermedia a la espera de cerrar la financiación. En esta estrategia estarían jugando un papel destacado tanto Cajastur como Caja Rural de Asturias, sus socios financieros.
La láctea asturiana quiere presentar una oferta 100% española
En el diseño con el que trabaja Capsa, está previsto que sean los principales bancos españoles los que aporten los recursos necesarios para poner en marcha el proyecto de adquisición del negocio lácteo de Ebro Puleva.
En el haber de la empresa asturiana se encuentra su saneado balance, lo que le permite acudir sin riesgos a un prudente endeudamiento. También, la posibilidad de que la compra impulse la configuración de un gran grupo nacional en el sector, frente a otras posibles ofertas que procedan de grupos extranjeros.
De hecho, ya hay voces que señalan el interés político por mantener Puleva en manos españolas y evitar su paso a uno de los grandes grupos lácteos internacionales como la italiana Parmalat o la francesa Lactalis, que acaba de adquirir a Forlasa su negocio lácteo, donde se engloban marcas tradicionales como El Ventero o El Gran Capitán. "La operación sobre Ebro Puleva marcará el futuro del sector lácteo español", destacan fuentes del mercado consultadas.
Por el momento, la oferta de Central Lechera Asturiana por Puleva se encuentra en una fase muy inicial. Su consejero delegado, Pedro Astals, asegura que la estrategia a la hora de diseñar esta operación está marcada por la "prudencia y la cautela". No en vano, el principal accionista es una cooperativa agraria, por lo que no quiere dar pasos en falso.
Más de 850 millones de facturación
Corporación Peñasanta, Capsa, facturó 851,2 millones de euros en 2008, último año en el que sus cuentas están presentes en el Registro Mercantil. El grupo logró un beneficio antes de impuestos de 14,8 millones. La plantilla con la que contaba Capsa ese año era de 1.390 personas y los gastos en personal en los que incurrió ese ejercicio de 2008 fue de 68,5 millones. Capsa explica en el informe de gestión presentado junto con las cuentas de 2008 que si en 2007 se habían registrado cotizaciones récord de productos derivados de la leche, en 2008 "el mercado de productos industriales se ha hundido alcanzando niveles mínimos". No obstante, el grupo destaca los buenos resultados obtenidos en el negocio de derivados lácteos y con crecimientos en venta de su botella de Soja; Capsa logró en 2008 aumentar su cifra de negocio un 12,7% respecto al año anterior. El grupo destaca que cuenta con "una situación de superávit a favor de la sociedad y un fondo de maniobra de 50,4 millones de euros".