Detenido un empleado de la banca por estafar a clientes 900.000 euros para invertir en Bolsa
La Policía Nacional de Sevilla ha detenido a P.A.E., un empleado de banca de 35 años y sin antecedentes, por los delitos de estafa, apropiación indebida y falsedad documental, al apropiarse presuntamente de casi 900.000 euros de las cuentas de varios clientes para operar en la bolsa.
La investigación, llevada a cabo por policías del grupo de Medios de Pago de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla, comenzó el pasado noviembre a raíz de una denuncia presentada por el apoderado de una sucursal de una entidad bancaria, cuyo nombre no ha trascendido, ha informado hoy en un comunicado la Policía Nacional.
El apoderado denunció ante los agentes que de las cuentas de varios clientes de este banco se había sustraído dinero y que éste se había transferido a la cuenta de otra entidad bancaria.
Ninguno de los clientes del banco había autorizado ese tipo de operación, por lo que se había realizado con total desconocimiento de los titulares de las cuentas.
Tras analizar los hechos y recabar los datos procedentes de la investigación, la Policía comprobó que las trasferencias eran desviadas a la cuenta de una empresa autorizada para operar en bolsa.
Los agentes centraron sus investigaciones en averiguar códigos, nombres de empresas y fechas, y tras un minucioso análisis de las cuentas de estos clientes la Policía pudo demostrar las operaciones de transferencias fraudulentas a otra cuenta de la que era titular el empleado de banca detenido.
Al parecer, según el comunicado policial, el presunto estafador había desviado el dinero de clientes a una cuenta suya para invertir en bolsa.
A P.A.E. se le imputa el delito de apropiación indebida, por la transferencia de 887.827 euros de las cuentas de clientes de la entidad en la que trabajaba y a las que tenía acceso por el puesto que ocupaba.
También se le acusa de falsedad documental, al cumplimentar y firmar las órdenes de trasferencia necesarias para el trasvase de fondos de una cuenta a otra falsificando las firmas de sus titulares; y de estafa, por realizar todas estas acciones bajo el amparo del puesto que desempeñaba y aprovechándose de su relación profesional con la entidad financiera.
Una vez culminadas las gestiones oportunas, el empleado de banca detenido ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial, mientras que la entidad bancaria ha repuesto a sus clientes afectados por la estafa el dinero transferido.