Renta Corporación lucha por ganarse al mercado
La transformación del negocio sigue sin convencer a los analistas.
Pertenecer al sector inmobiliario en los tiempos que corren es una tarjeta de visita complicada para aquellas empresas que tratan de atraer inversores. Renta Corporación sabe que el reto al que se enfrenta es grande. Las firmas de análisis han dejado de cubrir el valor por la desconfianza que genera el negocio pero la compañía pelea por convencer al mercado de la viabilidad de su proyecto. Una vez asegurada la supervivencia tras la refinanciación de la deuda, la ampliación de capital y una profunda reestructuración, Renta Corporación confía en sacar partido de la reactivación del mercado residencial para volver a los beneficios este año.
"La acción tiene mucho recorrido. Encaramos una nueva etapa. Hemos hecho un esfuerzo claro de saneamiento y creemos en el proyecto. Somos una empresa flexible y pequeña que seguirá aquí después de la crisis. Salir de los números rojos es uno de nuestros objetivos para 2010", asegura Juan Velayos, consejero delegado de Renta Corporación.
La inmobiliaria, especializada en la compra, transformación y venta de inmuebles, se ha visto obligada a llevar a cabo una gran transformación para adaptar su estructura al nuevo entorno.
El estallido de la crisis resultó demoledor para el negocio pues encontró a la compañía con 850 millones en activos -muchos comprados en el pico del ciclo- y una deuda de casi 700 millones. De un día para otro, además, tuvo que hacer frente al parón inmobiliario y la sequía de crédito. Dos variables que pusieron en jaque su modelo de negocio, muy dependiente de la financiación y basado en la compra y venta de inmuebles.
El primer gran hito de Renta Corporación ha sido firmar la paz con los bancos. El pasado ejercicio logró un acuerdo para refinanciar su deuda a largo plazo y en mayo firmó un nuevo crédito sindicado con 17 entidades por 254 millones de euros que fue acompañado de ventas de activos a las entidades financieras por valor de 380 millones de euros. Procesos que en septiembre permitieron que la deuda neta del grupo se situara en 295,4 millones de euros, frente a los 695 del inicio del proceso de refinanciación.
El otro gran esfuerzo de Renta Corporación ha consistido en reducir su estructura de costes a la mitad. "Ahora necesitamos generar entre 30 y 32 millones de euros para ganar dinero frente a los 65 millones de antes", añade Velayos.
Toda una adaptación acorde con la nueva forma de hacer negocio que tiene la compañía, hoy centrada en realizar más operaciones pero de mucho menor tamaño -entre el millón y los cincos millones de euros- y de momento en el negocio residencial, área que ha empezado a reactivarse en los núcleos urbanos y donde la compañía ve más potencial. De hecho desde el pasado julio ya han captado más de 30 fincas, de las cuales ha transformado la mitad.
La compañía ha hecho los deberes para poder centrarse en el negocio este año pero el mercado, de momento, se muestra reticente a apostar por la compañía. El volumen de activos de Renta Corporación, cercano a 350 millones de euros y difícil de explotar a día de hoy, pues unos 150 son suelo, así como los 295,4 millones de euros de deuda que tenía a finales de septiembre, siguen generando recelo. Eso sin olvidar que aún está en pérdidas y se trata de un valor poco líquido con escaso capital flotante.
Así, los pocos expertos que se atreven a pronunciarse sobre Renta Corporación aconsejan vender y la acción no termina de despegar. En enero llegó a remontar hasta los 4,1 euros aunque la inestabilidad reciente ha llevado a los títulos a los 3,17 euros. Eso sí, el precio actual es un 99% superior al mínimo de 1,59 euros que alcanzó el pasado mes de marzo cuando aún se ponía en duda su supervivencia.
La compañía
Limitar riesgos. A día de hoy Renta Corporación se centra en operaciones pequeñas -las únicas que absorbe el mercado- y trata de limitar los riesgos financieros mediante fórmulas que le permitan realizar desembolsos que no excedan mucho al coste de las transformaciones.El alquiler de activos y la comercialización de activos de terceros son otras fórmulas que ha empezado a explotar en el nuevo entorno.