La deuda de la economía española roza ya los cuatro billones
El fuerte apalancamiento de familias y empresas duplica el saldo en 10 años
Los máximos responsables del Ministerio de Economía siguen explicando a los inversores extranjeros los motivos por los que deberían confiar en la solvencia del Estado español, pero lo cierto es que las dudas que analistas y mercados plantean sobre la deuda del Tesoro siguen sin remitir. Hay datos sintomáticos de que algo no encaja: la prima de riesgo que paga la deuda a largo plazo de Italia frente al bono alemán (paradigma de solvencia) es casi la misma que la española, es decir, alrededor de un punto porcentual.
Igualmente, el coste de asegurar su impago (los conocidos como credit default swaps) se sitúan en ambos casos alrededor de los 150 puntos básicos. Dicho esto, si las previsiones apunta a que la deuda pública española acabará este año en el 66% del PIB, en tanto que la italiana superará el 115% ¿por qué buena parte de los analistas insisten en colocar a España en el mismo saco que a Grecia o Portugal en cuanto a riesgo de impago, y son más benevolentes con Italia?
Un análisis más amplio de la situación financiera del país puede aportar algunas claves. Al cierre del año pasado, el endeudamiento conjunto de las Administraciones públicas, las empresas, los hogares y el sector bancario suponía unos 3,9 billones de euros, casi cuatro veces el PIB (390% del PIB), duplicando de largo el vigente a comienzos de la década. En este periodo, y pese al avance de los últimos dos años, la deuda del sector público se ha reducido dos puntos en relación al PIB, hasta situarse en el 51%.Mientras, los agentes económicos privados han visto fuertemente incrementado su recurso a la financiación ajena. Las empresas no financieras suman ya el 143% del PIB, por un 107% de las financieras. Con todo, quizá la situación de las familias sea más relevante para explicar las dudas de los mercados.
Endeudamiento familiar
Según los cálculos de Analistas Financieros Internacionales, basados en cifras del Banco de España, el endeudamiento de los hogares se ha duplicado desde 2000 hasta hoy, para situarse en el 89% del PIB. Ese salto cuantitativo coincide con el periodo temporal de la burbuja inmobiliaria, que duró hasta 2007. Las familias pidieron prestado en volúmenes difícilmente sostenibles, y la llegada del ciclo bajo ha traído consigo un ajuste brusco. Al igual que ha sucedido con el resto de los sectores privados, el endeudamiento de las familias se ha moderado drásticamente desde hace dos años. Ese menor recurso a la deuda ha compensado de largo los requerimientos del sector público, hasta el punto de que el déficit corriente, que mide las necesidades de financiación exterior de la economía, se ha reducido prácticamente a la mitad desde el pico del 10% del PIB.
Aunque está sufriendo un incremento relativo muy fuerte, el endeudamiento de las Administraciones públicas sigue por debajo de la media europea, luego no explica por sí sólo los ataques. El problema que observan los mercados es que España puede no generar crecimiento económico suficiente para llevar su déficit público por debajo del 3% del PIB en 2013, como exige el Pacto de Estabilidad. "Fundamentalmente, se duda de los ingresos públicos", explica Sara Baliña, analista de AFI. "La clave se sitúa en el consumo. Los hogares se enfrentan a una tasa de paro de cerca del 20% y a una deuda todavía muy elevada, fruto del boom inmobiliario. Todavía tenemos que ver corrección de ese endeudamiento, de modo que las familias seguirán destinando a ahorro parte de su renta que antes iba a consumo e inversión".
Cuentas irrealizables
Si se cumple esa previsión, el gasto privado, que supone aproximadamente dos tercios del PIB, seguiría sin despegar en el corto ymedio plazo y daría al traste con las previsiones macroeconómicas del Gobierno. La última actualización del Programa de Estabilidad remitida a Bruselas sitúa el crecimiento del PIB en el 2,9%en 2012 y en el 3,1% en el año siguiente. Para dichos periodos, Moncloa cuenta con que el consumo privado crezca 3,3 puntos, algo difícil de conseguir si la tasa de ahorro de las familias se mantiene en los niveles récord de la actualidad: según los datos del Banco de España, al cierre de 2009 estaba en el 18% de la renta disponible, y casi dos tercios del mismo se destinaba a reducir deuda. "Si los crecimientos del PIB se limitan al entorno del 2%, el objetivo de cumplir el Pacto de Estabilidad en 2013 será irrealizable", remacha Baliña.
Habida cuenta de que el paro no se va a reducir significativamente hasta entonces, los gastos seguirán tensados, pese al ambicioso plan de austeridad de 50.000 millones de euros anunciado por el Gobierno. La clave de la solvencia futura puede venir dada por los ingresos públicos y, fundamentalmente, por el comportamiento de las familias.
Fitch mantiene la triple A
Después de semanas de malas noticias, la agencia de calificación de riesgo Fitch dio ayer un respiro a la deuda española al anunciar que la mantiene con su máximo rating, informa Efe. "En estos momentos, creemos que España permanece dentro de las garantías de una deuda soberana AAA", manifestó en una teleconferencia Douglas Renwick, director asociado para deuda soberana de Fitch. Renwick consideró positivo el Programa de Estabilidad 2009-2013 que el Gobierno español presentó ante la Comisión Europea y advirtió de que el mayor riesgo que afrontan este plan y la sostenibilidad de la deuda pública es el escaso crecimiento de la economía española."Esperamos un crecimiento negativo del PIB durante 2010", pronosticó el experto de Fitch, que destacó que hay "algunos elementos positivos para España", como su mejora en la competitividad exterior. Renwick destacó que ha habido "un gran progreso en la reforma del sistema productivo" y que el ajuste del mercado laboral "ha aumentado la productividad española en un 3,5% interanual, probablemente el porcentaje más alto visto desde la puesta en marcha de la Unión Monetaria".