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Cumbre de la UE informal y extraordinaria

Reunión de los líderes europeos para estudiar los ataques a los mercados de España, Grecia y Portugal

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea celebrarán el próximo jueves 11 de febrero una cumbre informal extraordinaria en la que abordarán la situación económica tras el ataque de los mercados contra Grecia, España y Portugal por las dudas de su capacidad para hacer frente a su deuda.

Los líderes europeos discutirán cómo acelerar la salida de la recesión y el ritmo de consolidación fiscal y empezarán a diseñar el nuevo plan económico de la UE para los próximos 10 años que debe sustituir a la fallida estrategia de Lisboa.

Durante el encuentro, los Veintisiete debatirán además qué táctica debe seguir en los próximos meses la UE en las negociaciones sobre el cambio climático tras el fracaso en diciembre de la cumbre de Copenhague, en la que además la delegación comunitaria quedó excluida del acuerdo de mínimos que cerraron EEUU y China. La reunión se cerrará con una discusión sobre cómo puede la UE mejorar sus mecanismos de actuación frente a una emergencia humanitaria como el terremoto de Haití.

Primera de Van Rompuy

La cumbre extraordinaria, la primera convocada y presidida por el presidente permanente de la UE, Herman Van Rompuy, no se celebrará en el moderno edificio oficial del Consejo Europeo sino que se traslada a la biblioteca Solvay, una construcción de 108 años de antigüedad situada en un parque próximo a la sede de la Eurocámara.

La sesión matinal del encuentro, que comenzará a mediodía, se concentrará en la situación económica. El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, se mostró convencido el pasado miércoles de que, aunque formalmente la crisis de Grecia no está incluida en el orden del día de la cumbre, los líderes europeos la discutirán en el contexto del debate sobre la salida de la crisis y la necesidad de corregir los enormes déficits y deudas que arrastran la mayoría de países de la UE. Fuentes diplomáticas explicaron que estos problemas serán el "telón de fondo" de los debates de los líderes.

Almunia desencadenó una fuerte polémica al asegurar que España y Portugal comparten "problemas comunes" con Grecia como la constante pérdida de competitividad, el elevado déficit público y las necesidades de financiación exterior. Las declaraciones del comisario fueron criticadas tanto por el Gobierno español como por el portugués, que rechazaron la equiparación. Al día siguiente, la bolsa española se desplomó un 6% y la portuguesa un 5%.

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