Consejeros rehenes en las cajas
El ya célebre "hijoputa" de Esperanza Aguirre acaparó el viernes pasado todos los focos mediáticos. La presidenta de la Comunidad de Madrid se regocijaba de haber hurtado un puesto en Caja Madrid a algún enemigo, de su propio partido, para dárselo a IU. Lo llamativo del exabrupto, en boca de uno de los líderes más importantes del PP, eclipsó otras partes más jugosas de la conversación robada.
Repasando con su vicepresidente, Ignacio González, los últimos cambios en el consejo de administración de Caja Madrid, Aguirre pronunció una frase que, aunque algo críptica, explica mucho acerca de la percepción que tienen algunos políticos sobre los órganos de gobierno de las cajas
Tras comentar que dentro de unos meses entrarán en el consejo dos nuevos miembros (uno de los sindicatos y otro de la patronal, para equilibrar), Esperanza Aguirre dijo: "Pues yo creo que serán indubitados, porque no hemos nombrado más que a Carmen, Javier López Madrid y Arturo, a esta... Mercedes y a Estanis".
Estas dos últimas personas pertenecen al Partido Popular. Mercedes de la Merced está presente en el comité ejecutivo nacional del partido y ha accedido al consejo de Caja Madrid por la cuota del Ayuntamiento de la capital. Mientras tanto, Estanislao Rodríguez Ponga, ex vicepresidente de la caja, es consejero por la vía de los impositores, algo que, aunque muchos políticos critican a puerta cerrada, es frecuente en muchas entidades de ahorro.
Lo más llamativo surge al analizar los otros tres nombres. Por una parte, Aguirre cita como personas afines a Arturo Fernández, el presidente de los empresarios madrileños, y a Javier López Madrid, consejero de OHL. Ambos han accedido al máximo órgano de gobierno de la caja por la cuota asignada a entidades representativas y, en concreto, a la patronal madrileña (CEIM). Sin embargo, eso no obsta para que la presidenta regional les considere unos de los suyos al hacer recuento de poder en la caja.
La amiga Carmen
Aguirre también cita a Carmen Cafranga, quien ha llegado al consejo de Caja Madrid también a través de la cuota de entidades representativas, en concreto, como presidenta de la Fundación Carmen Pardo-Valcarce. Se da la circunstancia de que Cafranga es socia de la mujer de Ignacio González, Lourdes Cavero, en la empresa Subastas Segre, además de amiga íntima de Ana Botella.
Así pues, la presidenta de la Comunidad, quien teóricamente tan sólo podría ejercer su influencia sobre los consejeros ligados al PP, asegura haber "nombrado" a tres miembros del consejo sin relación directa con el partido. Y eso, a pesar de predicar siempre la despolitización de las cajas.
La citada filiación de los consejeros choca con el primer artículo de la Ley de ârganos Rectores de Cajas de Ahorros (Lorca) donde se exige que los consejeros ejerzan sus funciones "en beneficio exclusivo de los intereses de la caja a que pertenezcan y del cumplimiento de su función social".
Con la última reforma de la ley regional de cajas, de Madrid, el grupo de poder que salió mejor parado fue el de entidades representativas, que ha pasado de 32 a 62 miembros en la asamblea de Caja Madrid. La consejería de Economía es quien escoge las asociaciones representadas. Aunque la teoría es que de esta forma se da acceso a la sociedad civil, lo cierto es que se ha acabado convirtiéndose en una forma discreta de incorporar consejeros afines.