Las ventas de enero dan indicios de recuperación al sector del motor en EE UU
Los fabricantes de coches en EE UU encaran 2010 con optimismo tras cerrar enero con fuertes incrementos en sus ventas de automóviles. Ford vendió un 24,6% más en comparación con el mismo mes de 2009, mientras que General Motors elevó en el mismo periodo un 14% sus ventas.
El grupo automovilístico Ford vendió en el mercado estadounidense un total de 116.534 vehículos durante el pasado mes de enero, lo que supone un fuerte aumento del 24,6% en comparación con el mismo mes de 2009. Las ventas de turismos de la compañía del óvalo se elevaron a 41.050 unidades el pasado mes de enero, lo que representa una fuerte progresión del 43%, mientras que las entregas de todoterrenos y furgonetas aumentaron un 15,3%, con 71.356 unidades. Estos datos no incluyen la marca Volvo.
La multinacional con sede en Dearborn (Michigan) calcula que el volumen de ventas contabilizado en el primer mes del año le confiere una cuota de penetración del 16%, alrededor de dos puntos más que en enero del ejercicio precedente.
Por su parte, el grupo General Motors vendió en Estados Unidos un total de 146.825 unidades durante el pasado mes de enero, lo que representa un aumento del 14% en relación con el mismo mes de 2009, informó hoy la compañía, que ha revisado al alza su previsión de matriculaciones para 2010 en el conjunto del mercado estadounidense desde 11,5 hasta 12 millones de unidades.
Las ventas a particulares de las cuatro marcas consideradas 'clave' por General Motors (Chevrolet, Buick, GMC y Cadillac) crecieron un 3% en enero, con 102.420 unidades. Las 42.703 unidades restantes corresponden a ventas a flotas, lo que supone el 29% del total.
También subieron las ventas de Nissan en enero un 25.8%. El fabricante vendió en EE UU un total de 55.861 autos, frente a los 46.769 vendidos en el mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, las ventas de Toyota se redujeron un un 8,7% en enero al verse afectada por la llamada a revisión de 2,3 millones de vehículos por un potencial defecto en el acelerador. La multinacional nipona decidió el pasado 26 de enero suspender la producción y las ventas de los ocho modelos afectados por este posible fallo, lo que ha afectado negativamente a sus resultados comerciales, ya que dichos modelos constituyen más del 60% de sus inventarios.
También se redujeron las ventas Chrysler un 8% a la espera de conocerse el futuro de la empresa, ahroa propiedad del fabricante italiano Fiat SPA.