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Hasta 132 millones

Banco de Valencia reduce su beneficio un 12% en 2009 por las mayores provisiones

El Banco de Valencia obtuvo un beneficio de 131,9 millones de euros en 2009, lo que supone un 12,2% menos que lo que ganó el año anterior, con un adelanto de dotaciones para insolvencia -que se deberían constituir en 2010- de 90 millones de euros, por encima de los requerimientos del Banco de España.

Así lo expusieron el presidente de Banco de Valencia, José Luis Olivas, y el consejero delegado de la entidad, Domingo Parra, en la rueda de prensa que ofrecieron tras la reunión del Consejo de Administración que aprobó el avance de resultados de 2009, del que se desprende un beneficio antes de impuestos de 165 millones de euros, un 17,9% menos que en 2008.

Las dotaciones netas de 2009 para insolvencia ascendieron a 263 millones de euros, de los que 90 fueron voluntarios como adelanto de lo que se debía constituir en 2010 para saneamientos. No obstante, Parra aseguró que durante el pasado ejercicio no se tocó "ni un euro" de la dotación del fondo genérico de insolvencia constituido en los años de bonanza, con 145 millones de euros.

Según el documento facilitado por los responsables del banco, el ratio de morosidad al cierre del ejercicio 2009 se situó en el 4,04% -mientras que en 2008 fue de 2,99%-, aunque en los últimos seis meses registró un descenso de 12 décimas.

Además, la tasa de cobertura aumentó ligeramente al pasar de 79,80% en 2008 al 80,21% el pasado año. Este aumento de cobertura y el incremento del tipo de interés previsto, hacen que 2010 se prevea como un "año de estrechamiento de márgenes y de disminución de provisiones".

Las plusvalías acumuladas en la cartera de participaciones de entidades participadas del Banco de Valencia se situaron en 123,6 millones de euros, de forma que las extraordinarias -con un valor de 82 millones- se destinaron a fortalecer los ratios de cobertura de morosidad, sin que se hayan incorporado al beneficio.

El presidente del Banco de Valencia destacó que el coeficiente de solvencia se situó en el 11,32% y su Tier 1 en 7,82%. El exceso de recursos propios sobre requerimientos mínimos de capital se situaron en 542 millones de euros, lo que sitúa el total computable en 1.848 millones de euros.

Los márgenes experimentaron una evolución positiva y todos crecieron por encima del 5%, de forma que el de Intereses aumentó un 5,09% hasta los 388,1 millones de euros; el Bruto, 5,01% hasta 531,2 millones; y el de Explotación creció un 5,57% hasta 346 millones.

En cuanto al volumen de negocio, superó los 36.500 millones de euros, con un aumento de 500 millones (1,43%) respecto al año anterior.

Falta de demanda de crédito

El crédito a la clientela se mantuvo prácticamente estable, alcanzando la cifra de 19.033 millones de euros, con un incremento interanual del 0,54%, lo que supone un "mantenimiento de la inversión crediticia".

En esta línea, Parra sostuvo que no hay demanda de crédito y comentó que de los 100 millones de euros puestos a disposición de determinados clientes para préstamos preconcedidos, sólo se formalizaron 8 millones. Asimismo, hizo referencia a la tendencia al ahorro y comentó que los depósitos de la clientela crecieron un 7,04%, hasta los 12.531 millones.

Respecto a la rentabilidad vía reparto para el accionista, fue de 4,5% respecto al valor de cierre de la acción a 31 de diciembre de 2009. Además, Olivas señaló que en la próxima Junta de accionistas, el 6 de marzo, se propondrá el último abono al accionista con cargo a 2009.

Por su parte, de las líneas de financiación a pymes, impulsadas por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) y por el Instituto de Crédito Español (ICO), Banco de Valencia formalizó 3.451 operaciones por 486 millones de euros en 12 meses.

Además, durante 2009 la entidad cerró un total de 17 oficinas -seis de ellas en la Comunitat-, que afectó a 110 empleados -de los 2.040 totales-, quienes, según aseguró Parra, no han "sufrido despidos traumáticos", sino que se realizó un cierre "ordenado" mediante jubilaciones anticipadas.

Para el próximo año, se encuentran en proceso de "seguimiento especial" un total de 20 oficinas, pertenecientes al plan de expansión que llevó a cabo Banco de Valencia y que no han experimentado una buena evolución. Así, se trata de sucursales pequeñas, ubicadas fuera de la Comunitat, que tienen cerca de 45 empleados y que podrían sufrir un "ajuste".

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