El mercado prevé poco crecimiento del beneficio en Santander y BBVA
Inversores y gestores examinan hoy a BBVA por las cifras de 2009 y lo harán con Santander el 4 de febrero. El consenso de mercado prevé que entre los dos bancos se sumen ganancias por 14.080 millones. Los analistas señalan que las claves más esperadas son las perspectivas para 2010 y las novedades sobre la regulación financiera internacional.
A falta de que el próximo 4 de febrero Santander presente sus resultados de 2009, hoy con las cifras de BBVA sobre el pasado ejercicio se dará un paso más para conocer cómo la banca española ha afrontado un año tan complejo como el precedente. Para el banco que preside Francisco González, los analistas apuntan a un aumento del beneficio cercano al 5% respecto a los 5.021 millones del año precedente, hasta 5.236 millones. La parte negativa vendría de la subida de la tasa de morosidad que para esta entidad se elevó en el 3,4% hasta septiembre. El optimismo llegaría de la mano de su presencia en América Latina, según Inverseguros. "Volverá a ser la unidad que presente las cuentas con un carácter más expansivo, con una buena evolución en ingresos, moderación en gastos y una estricta política de admisión de riesgos", añaden.
Y el consenso de analistas recopilado por FactSet indica que el beneficio de Santander del año que acaba de concluir habría ascendido a 8.845 millones de euros, con una evolución muy plana en relación a los 8.876 millones en 2008. Para superar la cota de los 10.000 millones tendría que esperar a 2011.
Desde Citi se prevé que los bancos europeos, excluidos los británicos, reporten unos beneficios por 10.000 millones de euros y unos ingresos por 90.000 millones en el cuarto trimestre de 2009. Esas cifras estarían en línea con las del segundo trimestre, pero quedarían por debajo de las del tercer trimestre.
El mercado premia a Popular con un alza del 5,4% por sus mejores previsiones
El informe de Citi destaca que los tres bancos continentales mejor diversificados -Santander, BNP y BBVA- habrían obtenido unos 5.000 millones de septiembre a diciembre, la mitad del total de resultados del sector. No obstante, la entidad estadounidense recuerda que es preciso precaución con los bancos domésticos de Europa del Sur, porque deberán aplicar sustantivas provisiones.
Pero ¿pueden ser las cifras de último trimestre y las del conjunto del año claves para cambiar el bajista rumbo de los dos grandes bancos españoles? La respuesta de los expertos, sin obviar su importancia, es negativa. "En este momento, estos resultados, con ser importantes, quedan ya muy atrás. Además no se esperan grandes sorpresas. Creo que el mercado está más expectante sobre las proyecciones que los directivos aporten sobre 2010", manifiesta Javier Barrio, de BPI.
El experto de la entidad portuguesa añade que, en su opinión, el detonante que ayer provocó el alza de Popular un 5,48% hasta 5,639 euros tras presentar resultados, fue el anuncio de que la entidad prevé batir el consenso para 2010 más que el análisis de los datos pasados.
Con todo, destaca que existen temas que pueden ser igual de significativos, como es la evolución del CDS (credit default swaps) de España y de cómo avancen las medidas anunciadas la pasada semana por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con el fin de controlar algunas operaciones bancarias.
También Victoria Torre, de Self Bank, considera que el entorno internacional cobra ahora más relevancia para la evolución en Bolsa de los bancos. Cita la incertidumbre que se ha creado por las posibles decisiones adicionales para restringir el tamaño de las entidades bancarias y su aplicación en Europa en caso que se lleven a cabo.
Incertidumbres que castigan las cotizaciones
Pese a alguna mejora registrada ayer, desde que el pasado jueves se hiciesen públicos los planes de la Casa Blanca para aumentar el control sobre las entidades financieras, los bancos europeos han sufrido caídas en Bolsa que, en algunos casos, se unen a descensos previos. Desde el 21 de enero, Société Générale, BNP y Deutsche Bank se han dejado el 7%, el 4%, y el 7%, respectivamente. El declive ha afectado a los dos grandes bancos españoles: Santander ha perdido el 5% hasta los 10,765 euros del cierre de ayer, mientras que BBVA ha bajado el 4% hasta 12,03 euros.Es una trayectoria que quiebra de momento la fuerte remontada de los últimos meses que se inició a partir de marzo de 2009. Evolución que ha llevado al banco que preside Emilio Botín a subir un 82,62% en el conjunto del año y a consolidarse como el banco de mayor capitalización de la zona euro, y a BBVA a revalorizarse más del 52%.
Medidas que presionan sobre los beneficios
Con toda la cautela a la que obliga cuantificar el impacto de medidas que no están cerradas, los informes apuntan a que la nueva regulación financiera estadounidense, que tiene, entre otros objetivo, limitar el perímetro y la operativa de algunas entidades, tendrá una influencia significativa en los beneficios. Según un informe de JP Morgan se trataría de un impacto de 13.000 millones de dólares (9.100 millones de euros) para Goldman Sachs -una de las entidades más afectadas-, Morgan Stanley, UBS, Credit Suisse y Deutsche Bank, lo que aproximadamente representa el 15% de sus resultados. Pero el analista de renta variable estadounidense de Schroders, Chris Costanza, aseguró ayer que el mercado ha reaccionado de forma "prematura" a las medidas presentadas.La reacción parece más precipitada en Europa, cuando aún no se sabe si las medidas, si las hay, serán globales o por países. Con todo, Santander y BBVA permanecen entre los bancos europeos preferidos por los analistas. Respecto al primero, el 67,44% de los consultados por Bloomberg aconseja comprar. Y los últimos informes -Bank of America, JP Morgan, Oddo, Ibersecurities y Alpha Value- le son positivos. Para BBVA, el consejo de comprar es del 56,8%, mientras que el 27% recomienda mantener.
Descensos
Frente a una subida del 46,92% durante el pasado ejercicio, el subíndice que agrupa a los valores bancarios en el DJ Stoxx 600 ha iniciado el año con peor trayectoria y baja el 4,67%, con lo que se convierte en el segundo con peor comportamiento.