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Descarta el cierre

General Motors vende Saab a la firma holandesa Spyker

El grupo automovilístico General Motors dio ayer marcha atrás a su decisión de proceder al cierre de su filial sueca Saab, al alcanzar un acuerdo para la venta de la compañía al fabricante holandés de coches de lujo Spyker Cars.

Aunque las partes no desvelaron el importe de la operación, según fuentes próximas a la negociación Spyker pagará 400 millones de dólares (unos 283 millones de euros al cambio actual). De esta suma, 74 millones de dólares (52,4 millones de euros) se abonarán en efectivo y el resto, en acciones.

En virtud de este acuerdo, Spyker se compromete a constituir una nueva compañía, denominada Saab Spyker Automobiles, que sacará adelante la marca escandinava. La operación está sujeta a determinadas condiciones, entre ellas a la autorización judicial y del Gobierno sueco.

La situación en Opel, por otra parte, se ha complicado a raíz del cierre de la factoría de Amberes, que emplea a 2.600 personas. Ayer, el presidente de la filial de General Motors, Nick Reilly, aseguró que el plan ya está finalizado y que espera pactar con los sindicatos los ajustes previstos "en dos o tres semanas", con los que prevé reducir la plantilla en unos 8.300 empleados (unos 900 de ellos en Figueruelas y 4.000 en Alemania), recortar la capacidad instalada en un 20% y ahorrar 265 millones de euros.

Los representantes de los trabajadores, sin embargo, no parecen muy por la labor de ponerle las cosas fáciles a la dirección, dado que han considerado "una declaración de guerra" el cierre en Bélgica. Así, los representantes de los trabajadores de GM Europa, reunidos ayer en Amberes, acordaron rechazar los recortes salariales propuestos por la dirección, informa Efe.

La reunión del Foro Europeo de Trabajadores de GM Europa también descartó convocar un paro a nivel europeo hasta que la empresa detalle sus planes el lunes.

recortes salariales

l Los representantes de los trabajadores de GM en Europa, reunidos ayer en Amberes (Bélgica), acordaron negarse a aceptar los recortes salariales por valor de 265 millones anuales que la compañía espera lograr dentro del plan de saneamiento para sus factorías europeas.

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