Las firmas de lujo empiezan a remontar tras la crisis
Firmas de lujo como Richemont, Cavalli o Ferragamo empiezan a ver síntomas de recuperación. Por ejemplo, el grupo suizo dueño de Cartier ha incrementado sus ventas un 2% en el último trimestre.
Hay luz al final del túnel. Las firmas de lujo empiezan a desvelar sus resultados y sus previsiones para los próximos meses y, esta vez sí, dan noticias esperanzadoras. Una de ellas viene del gigante suizo Richemont que ha elevado un 2% sus ventas en el pasado trimestre.
El propietario de Cartier y Montblanc ha ingresado en estos tres meses 1.590 millones de euros, cuando los analistas estimaban una reducción de sus ventas superior al 2,5%. La compañía se ha visto beneficiada por un cambio en la demanda de joyería y relojes, con repuntes del 5% y del 3%, respectivamente. Sobre todo en Asia, donde las ventas del grupo han repuntado un 25%. Sin embargo, en Europa la evolución no es tan positiva, ya que sus ingresos se han reducido un 4%.
Además, el grupo sigue arrastrando la negativa evolución de la primera mitad del año, cuando su facturación se redujo un 15%. Sin embargo, el cambio de tendencia le ha permitido disminuir hasta el 9% la caída de ingresos en los últimos nueve meses.
El diseñador italiano Roberto Cavalli es uno de los más optimistas. Su consejero delegado, Gianluca Brozzetti, asegura que la demanda en Europa y EE UU ha comenzado a dar señales de reactivación y que sus ventas han empezado a repuntar. "Hemos visto un gran cambio de tendencia en números que nos permiten ser optimistas", aseguraba a Bloomberg. "En los últimos dos trimestres hemos experimentado un rebote significativo", apuntaba sin desvelar cifras.
Mucho tienen que cambiar las cosas para Cavalli que en la primera mitad de 2009 vio cómo sus ventas se desplomaban un 19%, situándose en 87,7 millones. Una de las claves del descenso fue la quiebra en febrero del fabricante de su línea joven Just Cavalli, Ittierre. De hecho, entonces tuvo que suspender su desfile en la Semana de la Moda de Milán porque Ittierre no pudo fabricar las prendas. Los planes de Cavalli, que llegó a estudiar la venta de la compañía, pasan por ampliar su red en EE UU. Asegura que goza de una buena imagen en ese mercado y que ésta no se refleja en su red de ventas.
También ve buenos augurios su compatriota Salvatore Ferragamo que espera lograr este año una evolución al alza de sus ingresos. "Por primera vez, somos positivos con todas las regiones", apuntaba su consejero delegado Michele Norsa. "Vemos un cambio de tendencia: un pequeño pero constante crecimiento". En el ejercicio 2008, el fabricante bolsos y calzado ingresó 691 millones de euros.
D&G
El lado negativoMientras algunas empresas empiezan a ver despuntar sus ingresos, otras dan malas noticias. La italiana Dolce & Gabbana (D&G) ha reducido un 4,8% sus ingresos en el último ejercicio. La marca no ha desvelado detalles respecto a dónde ha reducido más su facturación o sus perspectivas para el año en curso. Tan sólo apunta que sus ventas se han situado en 1.210 millones de euros.
PPR, a la espera de vender Fnac
A la espera de ver si las buenas perspectivas se confirman o no, el sector de las firmas de lujo no deja de moverse. Desde hace meses están sobre la mesa dos operaciones. Y en ambas podría verse inmerso el mismo grupo, el gigante francés PPR. La multinacional asumió el pasado otoño que sus dos cadenas de gran consumo, Fnac y Conforama, no entran en sus planes de futuro. De esta forma, dejaba abierta la puerta a su venta e incluso a su colocación en Bolsa. Por el momento ninguna de las dos opciones parece haber llegado a buen puerto. Sin embargo, la prensa francesa continúa especulando. Apunta, por ejemplo, que la empresa presidida por François-Henri Pinault ha intensificado los contactos con competidores y fondos de inversión y que el precio de ambas cadenas estaría entre 900 y 1.500 millones de euros. Al margen de esta operación, el mercado especula con el cambio de manos de Burberry. La firma británica es una de las pocas que queda al margen de los grandes grupos (como PPR) y sus negativos resultados han hecho saltar la voz de alarma.