La inversión extra de Fomento se dedicará a carreteras y ferrocarril
Los responsables de la Secretaría General de Infraestructuras tienen ya casi listo el Plan de Inversión Extra de 15.000 millones que quiere movilizar Fomento durante los próximos dos años. Las obras que recibirán este impulso serán exclusivamente de carreteras y ferrocarril y la prioridad será culminar los corredores ya en construcción. Serán financiadas mediante el modelo concesional.
El programa de nuevos proyectos se encuentra sólo a la espera de que el Ministerio de Hacienda dé su plácet definitivo, ya que una de las condiciones que tendrán que cumplir las obras es que su coste no compute como déficit. Lo que sí es seguro es que su financiación estará basada en el modelo concesional (con la colaboración del capital privado) y que la mitad de los 15.000 millones irá destinada a sufragar los costes de construcción, mientras el resto lo absorberá la explotación y mantenimiento de las infraestructuras.
Según ha podido saber CincoDías, desde Fomento se ha defendido en los últimos meses la necesidad de que los proyectos vayan acompañados de ciertas garantías públicas, como podría ser un mínimo de ingresos garantizados para las concesionarias. Sin embargo, Hacienda analiza con extrema cautela estos mecanismos para que no puedan ser considerados como subvenciones o ayudas públicas y de ese modo pasen a engrosar el ya desbocado déficit público.
Fuentes de la Administración sostienen que el acuerdo está muy próximo y que el documento de Fomento apenas variará por indicaciones de Economía.
Más protagonismo para la Seitt
Del mismo modo, estas fuentes defienden que se ponga el acento en nuevos equipamientos de carreteras y ferrocarril, "ya que el transporte es uno de los sectores donde aún resta mucho por hacer en materia de reducción de emisiones contaminantes". Fuentes del Departamento que dirige José Blanco aseguran que el objetivo de las nuevas actuaciones será promover la reducción del coste del transporte, aumentando así la competitividad de la economía. "La apuesta es clara: estamos a favor de una movilidad cada vez más sostenible y de crear redes de transporte intermodal, por lo que se mejorarán las conexiones de carreteras y corredores ferroviarios con puertos y aeropuertos", aseguran. El sector constructor había especulado con que también pudieran incluirse en este plan extraordinario obras hidráulicas o pertenecientes al Plan Agua, cuya ejecución acumula fuertes retrasos. Fomento asegura que nunca estuvieron previstos proyectos que no dependieran de su departamento.
Otra de las novedades que contendrá el plan es que buena parte de los contratos serán puestos en marcha por la Sociedad Estatal de Infraestructuras de Transporte Terrestre (Seitt). Esta entidad fue creada a finales de 2005 precisamente para coordinar los proyectos de colaboración público-privada que se desarrollaran en carreteras y ferrocarril. Fomento quería dotar al transporte terrestre de un ente público tan fuerte como es AENA para el sector aéreo.
En cuanto a cómo se sufragará este nuevo paquete de obras, el ministro de Fomento ya ha confirmado que cuenta con un 50% de la inversión prevista procedente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), principal financiador de las infraestructuras españolas en el pasado y entre un 20% y un 30% adicional que aportará el Instituto de Crédito Oficial. El resto deberá corresponder a la implicación del capital privado.
El primer concurso, antes del verano
Entre los compromisos que contempla el plan extra de inversiones se incluye un ambicioso calendario de licitaciones. Si la negociación con Hacienda culmina en los plazos previstos (finales de febrero a más tardar), los primeros concursos podrían convocarse antes del verano.Sin embargo, las constructoras cuestionan estos plazos porque "si aún no cuentan con la aprobación de Economía, hay trámites como la redacción del proyecto que requieren unos tiempos mínimos, que no pueden acortarse".No obstante, fuentes conocedoras de la iniciativa aseguran que Fomento dispone de lo que se denomina biblioteca de proyectos para la mitad de las obras previstas en este plan extra; lo que permitirá aligerar su contratación. Lo que aún no ha concluido es la elaboración del pliego de condiciones que regirá en cada concesión. Tampoco está definida qué composición tendrá la concesionaria que explote cada nuevo corredor. El sector se mantiene a la espera sobre si se optará por repetir el modelo de las autovías de primera generación. En esa ocasión, el Gobierno y las compañías consensuaron que cada consorcio debía contener una representación de empresas constructoras, sociedades dedicadas a la conservación y se reservó también una parte del capital de la adjudicataria a las ingenierías. Desde el ministerio insisten en que un plan que tiene un horizonte de dos años no puede licitarse todo a la vez y avanzan que los primeros serán proyectos a los que sólo les faltaban los últimos trámites. Las empresas recuerdan que pese al ingente presupuesto de Fomento para este año, de unos 19.000 millones de euros, el 99,7% está comprometido en proyectos anteriores. "Si no se reactiva la licitación, la cartera de las empresas se agotará", dicen.