Subida de espaldas al pequeño inversor
El comentario de Charles Biderman, fundador de TrimTabs, sobre la posibilidad de una manipulación de los mercados para acelerar su subida el año pasado fue la comidilla del mercado la semana pasada. El comentario obedecía a la incógnita de quién está comprando acciones hasta el punto de desatar subidas tan fuertes, pues sus cifras no lo aclaraban. TrimTabs es una empresa especialista en análisis de los flujos de dinero hacia y desde la Bolsa de EE UU.
Otro analista de TrimTabs, Vincent Deluard, también explicaba ayer que jamás había visto un rally tan potente sin la participación del pequeño inversor. Porque, haya o no haya mano negra, es cierto que los partícipes han estado fuera del mercado. Según TrimTabs, en EE UU a lo largo de 2009 sacaron 14.000 millones de dólares de los fondos de Bolsa. En España, según cifras de Inverco, el inversor ha estado más avispado: han entrado 770 millones en las distintas categorías de renta variable y otro tanto en los llamados fondos globales. Sin embargo, la mayor parte de las entradas de dinero se han dado después de que la Bolsa hubiese consumido la mayor parte de la subida, es decir después de verano.
La recuperación bursátil ha sido en gran medida endógena; los propios participantes del mercado la han impulsado de espaldas al particular, que es propietario de un porcentaje muy significativo de la Bolsa. Una nueva vertiente de la gigantesca falla abierta entre el sistema financiero y la economía real, que la crisis -o mejor dicho la poscrisis- no ha hecho más que ensanchar.
Sobra decir que la existencia de esta falla no es un buen augurio a medio plazo; para mantener su propia estructura el sector financiero está obligado a generar un cierto volumen de beneficios. Y si la economía sigue sumida en la destrucción de empleo, se darán de nuevo las condiciones para la formación de una burbuja de activos sin sustrato real.