CC OO insta al Gobierno a que espere en segundo plano en el diálogo social
Los representantes de Comisiones Obreras reclamaron ayer al Gobierno que se mantenga en un segundo plano hasta que los sindicatos y la patronal CEOE alcancen un principio de acuerdo en el diálogo social que se reanuda oficialmente el próximo miércoles. En un encuentro informal con medios de comunicación, Ramón Górriz, secretario de acción sindical de la organización, calificó de "poco oportuna" la intención del Ejecutivo de plantear una propuesta de reforma laboral en el Consejo de Ministros que se celebrará dos días después. Górriz aventuró que cualquier reforma que no haya sido acordada por los agentes sociales "está destinada al fracaso".
El secretario de Comunicación de CC OO, Fernando Lezcano, afirmó que "la interlocución directa entre empresarios y sindicatos es la base de partida" para recuperar el entendimiento que se perdió en julio, cuando se rompió la anterior mesa de diálogo. Asimismo, criticó la "política de la galería del Gobierno, que quiere aparentar hacer muchas cosas". Respecto a la crítica de buena parte de la ciudadanía, que achaca al Ejecutivo inacción mientras el número de parados crecía en algo más de dos millones, la responsable de empleo de CC OO, Paloma López, afirmó que sí se han hecho cosas en materia laboral. "Lo que no se ha hecho es aceptar las propuestas de determinados personajes, que siempre van encaminadas a abaratar el despido", defendió.
Los responsables sindicales criticaron la postura del líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, de recortar en dos puntos las cotizaciones sociales, porque "pretende marcar el rumbo" a CEOE.
Posible pacto "a finales de enero"
Lezcano mostró ayer su optimismo respecto a la negociación con CEOE, que podría dar lugar a un principio de acuerdo en el diálogo bipartito "a finales de enero o en la primera quincena de febrero". Los objetivos mencionados por Comisiones Obreras en dicho diálogo son la reactivación económica, el fomento del empleo (incluyendo el "contrato alemán", que facilita la reducción de jornada en tiempos de crisis de demanda, y medidas específicas para la contratación juvenil) y el cambio de patrón económico, que se basaría en un pacto energético y otro por la educación.