Los grandes bancos reeligen a Miguel Martín para presidir la AEB
No habrá sorpresas en la Asociación Española de Banca (AEB). A falta aún de dos meses y medio para que se produzcan las elecciones en la presidencia de esta asociación, ya está prácticamente decidida la reelección de su actual número uno.
Miguel Martín será el candidato a la reelección para el cargo en la asamblea que tendrá lugar el 25 de marzo, informó ayer la patronal bancaria. Los presidentes de los bancos integrantes del grupo primero de la AEB (Santander, BBVA, Banesto y Banco Popular) acordaron ya el pasado 23 de noviembre proponer a la próxima asamblea general la reelección de Martín para un nuevo mandato de cuatro años.
Los estatutos de la patronal bancaria establecen en su artículo 20.3 que su presidente será "presentado por los bancos integrantes del grupo primero" y que "su designación corresponderá a la asamblea general". Además, estipulan que el mandato tendrá una duración de cuatro años y que se producirá "sin perjuicio de su posible reelección". Miguel Martín accedió a este cargo el 30 de marzo de 2006 para un mandato de cuatro años que expirará el mismo día que se celebre la asamblea de este año.
El presidente de la AEB ya ha comunicado el citado acuerdo a los restantes grupos que integran la patronal y ha expresado a su "profundo agradecimiento y disponibilidad" para un nuevo mandado de cuatro años.
Martín, de 65 años de edad, fue subgobernador y director general de supervisión de entidades de crédito del Banco de España, subsecretario del Ministerio de Economía y Hacienda, presidente del ICO y subsecretario de Presupuesto y gasto público y director general del Tesoro. Actualmente, es miembro del comité económico y financiero y del comité monetario de la Unión Europea.
Un momento complicado para el sector
La reelección de Miguel Martín como presidente de la AEB llega en un momento complicado para el sistema financiero, aunque son las cajas las que están sufriendo la peor parte. La gran banca tiene que convencer a los reguladores internacionales de que pese a su gran dimensión no conllevan peligro sistémico dada su estructura establecida por filiales independientes según los países en los que están establecidos. Este es uno de los principales escollos de Santander y BBVA a resolver. En cuanto a la banca mediana, los expertos están convencidos de que debe fusionarse.