¿Es la renta fija realmente fija?
Los títulos de renta fija deben su apelativo de fijos a que su retribución periódica es conocida de antemano, no depende de los beneficios del emisor como en el caso de los dividendos de la renta variable, y a que a su vencimiento se devolverá una cantidad preestablecida. Pero cotizan en el mercado secundario como los títulos de renta variable oscilando su precio diariamente por encima o por debajo de su valor nominal.
¿De qué factores dependen estas oscilaciones en la cotización de un título de renta fija?
Tipos de interés: si tenemos un bono comprado al 100% del nominal emitido a cinco años y con un cupón del 3% y los tipos de interés a ese mismo plazo pasan estar al 4% el precio de nuestro bono en grandes rasgos podríamos decir que pasará a ser aproximadamente del 95% ya que estaremos dejando de percibir un 1% durante cinco años.
Diferencial de crédito: A cada emisor se le exige un plus de rentabilidad por encima de la libre de riesgo en función de su calidad crediticia, diferencial éste que variará con el paso del tiempo de tal modo que, en el ejemplo anterior, si aumentara el diferencial de crédito para ese emisor en un 1% el precio bajaría un 5% adicional.
Liquidez: El mercado de renta fija no es un mercado como el de renta variable donde se pueden encontrar multitud de contrapartidas por lo que la falta de liquidez puede hacer que se amplíe mucho la horquilla entre los precios de oferta y demanda.
Por lo tanto, en un escenario como el de 2010 en el que los tipos de los bonos gubernamentales tienen pinta de tensionarse por el excesivo endeudamiento, la posibilidad de recuperación económica y de aparición de inflación y en el que los diferenciales de crédito tienen poco camino descendente, la prudencia debería imponerse al seleccionar este tipo de inversiones.
Jacobo Zarco. Socio director de Atlas Capital