El esperado adiós a la televisión analógica
El 3 de abril está marcado en el calendario de los operadores y espectadores de televisión. Será ese día el que, por fin, se dé el adiós definitivo a las emisiones analógicas. Después de varios años de pruebas y de cerrarse con éxito las primeras fases del llamado apagón, la transición del viejo al nuevo sistema de televisión digital terrestre (TDT) se dará por finalizado en toda España. La tercera fase del cambio diseñado en el marco del Plan Nacional de Transición a la TDT del Ministerio de Industria habrá finalizado.
Al acabar el año 2009, más de 6,5 millones de ciudadanos de 1.700 municipios de todas las comunidades autónomas ya veían exclusivamente la TDT. Y para cuando se cierre este mes de enero, la población acumulada con los primeros y segundos ceses ascenderá a más de 15 millones de personas, según datos del ministerio, lo que supone el 32% de la población. Entonces, casi la mitad de los municipios españoles verán la televisión únicamente a través de la TDT.
Los últimos datos disponibles apuntan a que el 85,4% de los hogares españoles ya tienen acceso a los canales de la nueva televisión digital. Además, casi el 99% de los hogares de España asegura conocer el nuevo sistema de emisión audiovisual. La cobertura de la TDT -ciudadanos a los que llegan las emisiones digitales- es de más del 98% de la población.
En cuanto a la cuota de pantalla, la televisión digital ya supera a la analógica en casi 29 puntos. En concreto, la cuota de pantalla de la TDT está en el 53,4% frente al 24,9% de la televisión analógica, mientras el porcentaje restante a televisión por cable, satélite y ADSL.
El camino del apagón se iniciaba el pasado 30 de junio de 2009, con la primera fase de la transición que afectó a más de cinco millones de españoles. En el mes de julio, el consumo a través de la nueva tecnología superó por primera vez al sistema tradicional analógico.
El proceso, sin embargo, no ha sido fácil. El planteamiento inicial elegido en 1999 para impulsar la TDT fue conceder la primera licencia de explotación a Onda Digital, que comenzó a emitir en el año 2000 bajo la modalidad de pago y la marca Quiero TV, concediéndole el papel de promoción de la televisión digital. En noviembre de ese mismo año, el Gobierno adjudicó dos programas en abierto, a Veo TV y Net TV, que iniciaron sus emisiones en junio del 2002, y se dividió un canal múltiple en cinco programas que se repartieron entre los operadores estatales analógicos existentes, dos para RTVE y uno para cada uno de los emisores privados (Antena 3, Tele 5 y Sogecable).
Obstáculos en el camino
El fracaso comercial de Quiero TV hizo entonces repensar la situación y se intentó dar un nuevo impulso a la televisión digital. Mediante el Plan Técnico Nacional de la Televisión Terrestre, aprobado en 2005, se replanteó la oferta para totalizar 20 canales nacionales en TDT (cinco de RTVE, tres de Telecinco, Antena 3 y Sogecable y dos de Veo TV, Net TV y La Sexta), a los que se suman las cadenas autonómicas y las locales.
Rápido aumento de la fragmentación
La televisión digital terrestre es ya una realidad. La cuota de pantalla de la TDT se ha situado en el año que acaba de terminar en el 53,4%, frente al 24,9% de la analógica. Y uno de los efectos colaterales del nuevo sistema ha sido la gran fragmentación de las audiencias, una tendencia que, previsiblemente, a agravará en los próximos meses. Según el último informe de Barlovento Comunicación, las tres grandes cadenas, La Primera, Telecinco y Antena 3, sumaron el año pasado su mínimo histórico al ponderar 46,2 puntos de cuota, 4,8 puntos menos que en 2008. De hecho, en junio se logró el dato más bajo para liderar la audiencia en un mes con un 15,5% a favor de La Primera. En total, el consumo televisivo en 2009 se situó en 226 minutos de media diaria por individuo, un minuto por debajo del 2008.