BA Vidro presiona a la Generalitat para que preste 15 millones a La Seda
BA Vidro, el futuro socio industrial de La Seda, reclama a la Generalitat catalana un crédito de 15 millones de euros para llegar con garantías a la ampliación de capital. La compañía química española cerró ayer el acuerdo bancario para renegociar su deuda de 600 millones.
Nos podemos morir en la playa si no conseguimos el crédito de la Generalitat" para La Seda. Así se expresó ayer el presidente de BA Vidro, Carlos Moreira, que se ha comprometido a inyectar 65 millones de euros en la próxima ampliación de capital prevista en el grupo químico español durante el primer trimestre de 2010.
Moreira explicó que La Seda necesita un crédito de 15 millones del Instituto Catalán de Finanzas (ICF), organismo dependiente del departamento de Economía de la administración catalana, a devolver en 18 meses, para asegurar el circulante diario necesario para llegar a la ampliación de capital aprobada de 300 millones. La compañía que preside José Luis Morlanes ya ha consumido gran parte del préstamo que Caixa Geral concedió el verano pasado para aliviar la escasez de financiación.
Moreira fue tajante al recordar que "ahora ya se cumplen todas las condiciones que ha impuesto la Generalitat" para desencallar el crédito, que son la propia ampliación de capital y el acuerdo con las entidades financieras (el ICF es una de ellas) para renegociar las condiciones de la deuda sindicada de casi 600 millones.
El grupo portugués pretende incluir la planta de Cádiz en los activos a vender
Quita condicionada
Fuentes cercanas a La Seda señalaron que la reunión del consejo de La Seda de ayer aprobó el pacto alcanzado con la banca acreedora según la ley inglesa (Scheeme of Agreement), que permite a empresas en crisis alcanzar un acuerdo con el 75% de los votos favorables del sindicato acreedor. En este caso, el 85% de las entidades han votado a favor de diferir los ocho años con dos de carencia. De este procentaje, un 78% han asumido estos aspectos sin condiciones, margen suficiente para sellar el pacto financiero.
Además, Moreira indicó que este acuerdo bancario incluye una "quita condicionada de 207 millones, en forma de una emisión de bonos, que sólo se pagan en un plazo de cinco años si la compañía consigue una progresión suficiente". Por último, las entidades financieras transformarán en capital 150 millones de la deuda, por lo que al final de la ampliación de capital controlarán el 41% de La Seda. Con todo, Moreira reconoció que si BA Vidro suscribe los 65 millones en la operación, conseguirá una participación del 18% en la compañía química, convirtiéndose en el primer accionista, superando a Selenis, que no desembolsará su parte en la ampliación.
Respecto al plan de venta de activos, Carlos Moreira prevé incluir la factoría de plástico PET de San Roque (Cádiz), planta que en principio se quedaba dentro del grupo, con el objetivo de mantener en Europa sólo los centros de El Prat de Llobregat (Barcelona) y San Giorgio (Italia).
Moreira se postula como presidente
Carlos Moreira admitió que está "disponible para ser presidente" de La Seda. "No podría tener otra posición", refiriéndose a que BA Vidro se convertirá en el socio de referencia, "con un proyecto industrial". Sin embargo, matizó que "esta decisión corresponde a la junta de accionistas". Tras la ampliación, Moreira prevé reestructurar el consejo de administración, ofreciendo a los bancos sólo un representante, a pesar de que tendrán en sus manos el 41% del capital. Moreira, que mantiene su puesto en el consejo de La Seda (hasta hace poco considerado como independiente), ha propuesto un consejo formado por 11 miembros, cinco de ellos dominicales (incluyendo el de las entidades financieras) y otros seis independientes. Carlos Moreira es propietario del 45% del capital de BA Vidro, mientras que la familia Domínguez mantiene otro 45% del capital y un grupo de directivos y ejecutivos el restante 10%. El grupo luso cuenta con seis factorías de envases de vidrio, tres de ellas en Portugal y otras tres en España.