"La dirección de las fundaciones es cada día más profesional"
Con 37 años acaba de tomar posesión de su cargo al frente de una de las fundaciones más conocidas en España y en el resto del mundo. Cree que su elección tiene mucho que ver con el hecho de haber desarrollado toda su carrera profesional en el ámbito de las fundaciones.
Teresa Sanjurjo González fue elegida por unanimidad directora de la Fundación Príncipe de Asturias el pasado día 17 en la reunión que el patronato de esta institución celebró en Oviedo. Sustituirá en el cargo a Graciano García, fundador y director emérito de la fundación que ha debido abandonar sus funciones, como establecen los estatutos, a los 70 años.
A Sanjurjo aún le queda mucho camino por delante. A sus 37 años, esta abogada madrileña de origen asturiano por parte de familia materna se dispone aportar profesionalidad y entusiasmo a la institución con vocación internacional. La nueva directora general de la Fundación Príncipe de Asturias es especialista en gestión de entidades no lucrativas y su régimen jurídico y fiscal, se licenció en la Universidad Pontificia Comillas (ICADE), donde obtuvo el título en Derecho y como Letrado Asesor de Empresas. Además tiene un máster en Administración y Dirección de Fundaciones y otras Entidades no Lucrativas por la Universidad Autónoma de Madrid, del que hasta ahora era profesora, cargo que ha compatibilizado con la Asociación Española de Fundaciones.
Usted ha desarrollado toda su carrera profesional en el terreno de las fundaciones, ¿es algo común o por lo general a las fundaciones llegan profesionales procedentes de otros ámbitos? Sí, yo comencé como becaria en la Confederación Española de Fundaciones que, tras una fusión con el Centro de Fundaciones, acabó convirtiéndose en la Asociación Española de Fundaciones, que he dirigido desde 2001. Así que llevo diez años trabajando en este terreno. Es cierto que a lo mejor en el momento en el que yo empecé no era tan común desarrollar una carrera profesional sólo en una fundación. Creo que hoy en día el sector de las fundaciones es cada vez más profesional. Antes, cuando era más pequeño y con menos actividad, la gente no solía desarrollar toda una carrera en este ámbito, pero poco a poco se va profesionalizando.
¿Cree que tiene algo que ver en su elección para dirigir la Fundación Príncipe de Asturias esa profesionalización? Lo que sé es que la empresa de cazatalentos que me seleccionó tenía el mandato de buscar a alguien muy profesionalizado y más o menos de mi generación, porque se trata de desarrollar un proyecto a medio y largo plazo.
¿Cuál es el perfil más común de quienes dirigen fundaciones en España? Hay muchas personas que proceden de la empresa privada que desean cambiar de sector y vienen de diversos ámbitos, desde el de la comunicación, al de la gestión, el financiero o las ventas. También llegan muchos que han tenido siempre vinculación con el sector como voluntarios, por ejemplo, y cuando han podido desarrollarse profesionalmente han optado por hacerlo en una fundación. Pero sí, cada vez hay más profesionalización. Prueba de ello es la existencia, por ejemplo, del máster de gestión de fundaciones de la Universidad Autónoma de Madrid, que yo hice como alumna y del que hasta ahora he sido profesora.
Su predecesor se ha mantenido en el cargo 30 años, ¿tiene usted la misma intención? Cuando me comprometo a algo, me comprometo con todas las consecuencias y no hay plazos. Y eso que en mi caso mi nueva responsabilidad lleva incorporado un traslado de domicilio.
¿Qué opina de eso su familia? Mi marido, que también es abogado [es socio de un bufete en Madrid] me ha animado mucho y eso que tenemos un niño pequeño. De momento estoy buscando un piso en Oviedo porque tendré que organizar mi vida allí a partir de enero. Y luego ya iremos viendo cómo nos organizamos en cuanto a los viajes que tendremos que hacer y demás.
¿Es más difícil para una mujer llegar hasta el cargo al que usted acaba de acceder y compatibilizar eso con la vida personal? La verdad es que yo nunca he sentido problemas. Pienso que nunca se me ha cuestionado por ser mujer y tampoco se me ha impulsado por eso. Nunca he tenido dificultades. Yo simplemente trabajo. Es verdad que muchas mujeres tienen un techo de cristal, pero confío en que sea algo que con el tiempo desaparezca.
"Es difícil mejorar lo que ya es excelente"
Teresa Sanjurjo asegura que entre sus planes para dirigir la Fundación Príncipe de Asturias destaca el de tratar de mejorar el cumplimiento de los fines fundacionales, "pero no va a ser fácil porque esta institución tiene una trayectoria de excelencia que va a ser difícil mejorar su ya de por sí fantástico funcionamiento", asegura.Lo primero que dice que hará en cuanto pase la Navidad es familiarizarse con quienes trabajan en la fundación. "Quiero conocerles bien, porque creo en los equipos. Además, lo primero que tengo que hacer es empaparme bien de los temas de gestión y será entonces cuando pueda empezar de verdad a tomar decisiones", explica la nueva directora de la institución.Hasta ahora apenas ha tenido tiempo para conocer la ubicación de su nuevo puesto de trabajo. El día siguiente al de su toma de posesión como directora, Sanjurjo asistió a la celebración de un concierto de villancicos del joven coro de la Fundación. "Creo que es un buen augurio empezar de esa forma en el cargo", señala la directora. El joven es uno de los tres coros de la fundación que tiene en la música una de las bases de su desarrollo, además de los ya muy conocidos premios que en ocho categorías (artes, ciencias sociales, investigación científica y técnica, deportes, cooperación internacional, comunicación y humanidades, letras y concordia) tienen el objetivo de promover los valores científicos, culturales y humanísticos como patrimonio universal. Precisamente ahondar en esa universalización de la fundación es uno de los objetivos declarados por Teresa Sanjurjo.