Economía asume más daños por viento sobre bienes asegurados
El Ministerio de Economía ha decidido precisar con más detalle qué daños causados por tempestades asume el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS). El Gobierno atiende así una demanda planteada por las aseguradoras a raíz de la tormenta Klaus de principios de año.
Los vientos dejarán de ser motivo de enfrentamiento entre la Administración y el sector asegurador. O por lo menos, lo serán bastante menos. La Dirección General de Seguros (DGS) prepara una modificación del Reglamento de Seguros de Riesgos Extraordinarios. La reforma aclara los casos en que corresponderá al Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) cubrir los desperfectos causados sobre bienes y personas aseguradas por tempestades.
El supervisor ha debatido este mes un borrador con Unespa, la patronal del seguro. El escrito, que será presentado al resto de la industria (mediadores, sindicatos, consumidores...) a principios de año, busca dar una solución a fenómenos como Klaus. Este vendaval azotó el norte de la península Ibérica entre el 23 y el 25 del pasado enero, causando numerosos destrozos en vehículos y edificios e, incluso, cuatro muertes.
La tempestad afectó a diversos municipios, pero como no todos contaban con una estación meteorológica que dejase constancia de la fuerza de los vientos, surgieron dudas entre la industria aseguradora y el organismo dependiente del Ministerio de Economía sobre qué parte del fenómeno meteorológico correspondía cubrir a cada uno. Finalmente, se acordó que el CCS se hiciera cargo de un 80% de los daños. Es decir, que pagase 444 millones de euros.
Para llegar a este punto, se decidió considerar que la entidad pública atendería los desperfectos presentes en los municipios limítrofes a los lugares donde se detectaron vientos intensos. Así se abarcó un primer anillo de poblaciones. Sobre este perímetro se constituyó después un segundo anillo cubierto por el CCS y compuesto por los pueblos y ciudades colindantes a los municipios que formaban el círculo interior.
Pilar del seguro español
El CCS constituye uno de los pilares del seguro español al atender los daños causados por atentados terroristas, inundaciones, embates de mar, terremotos y vientos fuertes. Su existencia facilita a las compañías la contratación de coberturas de reaseguro y, por extensión, abarata las pólizas que suscriben particulares e instituciones.
El reglamento del CCS establece que esta entidad pública se hace cargo de los desperfectos ocasionados por vientos con rachas superiores a 135 kilómetros por hora. La reforma que presenta Economía sugiere que se considere "que en un determinado término municipal se han presentado las rachas citadas cuando en cualquier punto de su territorio o su zona perimetral se haya constatado el registro de velocidades de viento en superficie de al menos 120 kilómetros por hora". Y aclara acto seguido que esta "zona perimetral" comprende un municipio y sus alrededores. Es decir, se incorpora al reglamento del CCS el esquema de dos anillos aplicado para resolver Klaus. El objetivo de Economía es eliminar la inseguridad jurídica ligada a fenómenos difícilmente medibles como el viento.
Klaus ocasionó cerca de 300.000 expedientes. Además de pagar su parte, las aseguradoras adelantaron a sus clientes las indemnizaciones que correspondían al CCS. Unespa ha planteado a Economía la creación de un procedimiento que agilice la tramitación de partes en casos catastróficos. Seguros no se ha pronunciado todavía al respecto.
Las cifras
444 millones de euros ha costado la tormenta Klaus al CCS. Esta entidad ha asumido el 80% de los desperfectos causados por el ciclón.88% de los expedientes resueltos por el CCS este año corresponden a la tempestad Klaus. Causó 231.322 siniestros.
Los siniestros de más peso en dos décadas
El año que acaba será el primero en el que el importe de los siniestros atendidos por el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) superó los ingresos logrados procedentes de pólizas. La llamada ratio de siniestralidad no superaba el 100% desde 1989. Esta vez rebasará levemente esta cifra.Fuentes del CCS aclaran que, a pesar de todo, la sociedad no entrará en pérdidas gracias a las ganancias cosechadas con las inversiones financieras este ejercicio. Además, quitan hierro a la situación de la siniestralidad: "Es normal que cada cierto tiempo tengamos un año donde se dispara el coste de los expedientes. Por ese motivo acumulamos reservas durante los tiempos de bonanza".El CCS es la entidad pública que se ocupa de indemnizar los desperfectos causados por ciertas catástrofes naturales y actos de terrorismo sobre bienes y personas aseguradas. Se financia a través de una serie de recargos que las compañías privadas aplican a sus contratos.La tempestad Klaus ha sido el elemento que ha trastocado las cuentas del ejercicio. Excluido este fenómeno, 2009 no se ha diferenciado mucho de otros años. El CCS desembolsó 614,7 millones de euros y tramitó 262.990 expedientes ligados a catástrofes naturales. Klaus está detrás del 72% del importe de los daños y del 88% de los partes comunicados.Los casos de terrorismo y vandalismo callejero han costado al CCS 12,7 millones de euros y la tramitación de 930 expedientes. Los actos más onerosos económicamente fueron las bombas activadas por ETA en el barrio de Campo de las Naciones (Madrid) en febrero y frente a la casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos en julio. Cada una costó 4,3 millones. Supusieron 95 y 494 partes, respectivamente.